Alejandro Camacho. Escritos

Es de mala educación enamorarse y no gritarlo como la primavera grita el nombre de las flores que da a luz. Pues somos el amor que hemos dado, no el que hemos recibido. Alejandro Camacho

"La primera violación" La primera originaria Americana violada de manera sádica por un conquistador jamás prestó declaraciones, no sabemos como se llamaba, tampoco su edad o estatura. Lo que sí sé, no me pregunten cómo, es que mientras el visitante del viejo continente cometía el aberrante hecho, aquella niña, casi mujer, lo miró todo el tiempo a los ojos como muestra de valentía, haciendo que el violador se sintiera violado. De aquel suceso criminal nacimos nosotros, cruel m...ezcla de razas. A mi perverso padre no me parezco en nada, de mi madre heredé el color, el aroma a cañas de bambú y el latir del Amazonas en la mirada. Alejandro Camacho Libro: El Destartalado Año 2010 Derechos reservados.

Él pensó que ella se secaba las lágrimas, como siempre; pero no. La mujer anunciaba que abriría las alas, y que la lluvia de sus ojos ya no limitaría la fuerza de su vuelo. Alejandro Camacho. Libro El Destartalado

No es puta la que viste una falda corta. No es puta la que presume zapatos de tacón. No es puta la que luce peinados alocados. No es puta la que decide sobre su vida. Es puta la mente del hombre que recurre al agravio y a la violencia por la simple razón de sentirse asustado ante la imponente presencia de una mujer libre.... Alejandro Camacho. Libro El Destartalado

Quienes se han roto y regenerado saben como ensamblar a otras personas. Manejan la herramienta más efectiva del mundo: con un simple abrazo aman y arman. Son arquitectos de la paz. Alejandro Camacho.

"El otoño despechado" Anda deshilachado el otoño desde que la primavera lo engaña. Lleva puesto un traje negro y bebe agua de glaciar en los suburbios, sobre un cenicero escupe hojas secas. El verano intenta calmarle los pesares, mas no puede lograrlo y, cabizbajo, regresa a su isla de sol rojizo. Al caer la llovizna, el otoño baila, y bailan los árboles, y las golondrinas, y los pétalos azucarados de las rosas muertas. Pero cuando las gotitas desaparecen entre las rocas, vue...lve a su asiento de tristezas amarillas. En noches bohemias de tragos, la estación acartonada repite sin parar: - La seda cálida del sauce los presentó, el invierno me quitó las flores del ojal para adornar su chaqueta. La primavera aún es mía, aunque los vientos del deshielo digan lo contrario. Anda deshilachado el otoño y nadie puede remendarlo. Camacho. El Espectador. Derechos Reservados

"La rebelión de los años" Puedo verte desde mi otoño. Floreces, niña, como nadie, como nunca. Libres mariposas juegan con el dulce misterio de tu paisaje; y aves blancas, benditas y juguetonas, nacen de las nubes de tu risa. ¿Intentará el verano disolver con sus dedos el fulgor tus jazmines? ¿Guiará la luna, con su pálido rostro, tu viaje hacia mis hojas muertas? Seremos la extensión que el viento necesita, y, al mismo tiempo, viviremos atormentados por el rústico sol de mis ...años. Pero calma, niña, cuando el incendio venga a devorarme, sobre tus pétalos se posará un colibrí. Alejandro Camacho.