Algunos poemas y otros no tanto.

El amor que duele suele quedarse sin pedirlo. Se hace un lugar en la memoria, que insiste en darle espacios que necesitamos para otros sentires. Y de vez en cua...ndo el recuerdo se hace cómplice con la duda, y susurra al oído, lo que no esperábamos. Entonces callamos la conciencia, porque detalla ciertos momentos en donde nada era definitivo. Y encima desguarnecidos y sin defensas, hasta nos preguntamos cómo pudo haber sido lo que no será. Pero nos queda el tiempo, el que vendrá, el que pide una oportunidad para esa parte inconclusa. Dale un beso al dolor, para saber cuánto te quiso. Inconclusos - Gabriel Velxio

Cuánto tiempo necesita el amor, para ser olvido. Para ser un recuerdo, que solo se presente si es convocado, y dejar de ser ese silencio guardado, que calla lo ...suficiente para decirlo todo. El amor indebido, esta colmado de amantes solidarios, que prestan el tiempo robado, a cambio de una pequeña parte de lo entregado. Y se van haciendo rehenes de los finales sin apellidos, dejando de pertenecerse para ser tan solo del otro. Así nos fuimos, queriéndonos pero partidos, sin haber sido, aquello que nos debimos. Aun siendo inesperados, merecimos ser posibles. Merecidos - Gabriel Velxio Gracias Acción Poética Olavarría. Bs.As

No estipulé un tiempo para olvidarte. Ni saco cuentas de cuándo fue, hasta que vuelvo a verte, y repentinamente lo reciente se confunde con lo lejano, y el pres...ente se detiene en tu mirada. Pero al momento que te vas, te maquillas de pasado, y la realidad solo pinta de nostalgia. Será que no termine de olvidarte de cómo éramos cuando fuimos, o sencillamente lo que vino, lo disfrace con tu nombre. Aprendí a resignarme, sabiendo que serías un recuerdo que volvería sin que lo llamara, e inevitable al momento de citarlo. Lo fui comprendiendo, en cada circunstancia en que tu ausencia, hacía indispensable esta melancolía. Cada vez que te encuentro, me busco a tu lado. Resignado - Gabriel Velxio

Quienes creen que el amor es solo presencia, entonces apenas han querido. Yo he querido hasta las lagrimas la ausencia. Hasta romperme por un milagro que no ll...egaría, pero he querido sin exigir una mirada. Me alejé del amor estético, cuando me di cuenta que era un nombre para grabar en una sortija, una tarjeta, o en la corteza de un árbol. No me hace falta ningún candado sin llaves para querer hasta que duela, y encima en silencio. GV See more

Pasamos desapercibidos por varias lluvias, donde nadie nos reclamó, mientras éramos una sola ausencia. Bajo el agua, éramos sagrados postulantes, mientras nos bautizábamos en la caricia, inventando nuevos nombres. Después de cada tormenta, la soledad traía consigo, el llamado del regreso. Así, hasta que el próximo aguacero, nos convocara fieles. Así, hasta que en una lluvia distinta, te olvidaste que esperaba. Será por eso, que en cada día nublado, estoy presto a encontrarte, ante la primera gota, que insinué la convocatoria. Tengo un cielo que te llama, cuando llueve Convocados - Gabriel Velxio

Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas. Desde mi boca llegará hasta el cielo lo que estaba dormido sobre tu alma. ... Es en ti la ilusión de cada día. Llegas como el rocío a las corolas. Socavas el horizonte con tu ausencia. Eternamente en fuga como la ola. He dicho que cantabas en el viento como los pinos y como los mástiles. Como ellos eres alta y taciturna. Y entristeces de pronto, como un viaje. Acogedora como un viejo camino. Te pueblan ecos y voces nostálgicas. Yo desperté y a veces emigran y huyen pájaros que dormían en tu alma. Pablo Neruda

La vida es este transparente instante en que me detengo frente a un papel en blanco, y me lanzo sobre él con el alma despatarrada. La vida es el silencio si log...rás escucharlo, es el bullicio si lográs encontrarte, es esa palabra que te salvó, justo, de caer al abismo. Es ese mate tan esperado a la tarde, es el instante mágico en que llegás a tu casa y te sacás los zapatos. Es asomarte por la ventana y ver el cielo, es un beso, una caricia, una mirada. La vida es un rato, es lo que hay, lo que ocupa mi espacio ahora, porque la vida es todo y todo es ahora. La vida es este desvelo, esa ausencia, la tonta, simple, necesaria e inevitable pregunta: ¿por qué?, con un frío silencio como respuesta. La vida sos vos si te pienso, soy yo si me animo, son éstas palabras que me sostienen. La vida es esto chiquito que pasa, un pequeño remolino que despeina un poco y pronto se serena, es un trueno que cae y te parte al medio y es también el sol que te amanece luego. Es esta espera, esta incertidumbre, éste alivio, y éste final sigue siendo la vida. Laura Colagreco

El cielo No entraremos en la eternidad, ya estamos en ella.... El tiempo es un campo quieto, corro por el mientras caigo a trozos y girones. Arranco mi vestido y a último gesto lanzo el zapato izquierdo en el abismo del cielo. El abismo del cielo Tantas veces me aferré estando tendida boca arriba sobre el pasto. Miedo asombrado ante la posibilidad de caer al cielo azul. Vértigo puro. En un fulgurante resplandor, vacío, vuelo, voy. Plumas en mis brazos, navios blandos, abarcadores de un aire soplado sonriente y musical. Giro en celestes vientos mientras caigo hacia arriba desordenada flotante. La tierra atrás de mí ya no cumple su función. La grave gravedad no me tiene entre sus presas. En arco hacia los árboles mi columna. El ombligo es absorvido por la fuerza de la liviandad. Soberana fuerza hacia otro caer. Sin golpe. Eli Serebrenik

Eli Serebrenik Tibias vísceras palpitando Sentados alrededor de mesas.... Véo los vecinos. Puedo conocerlos, pertenecer a cualquier grupo. Los miro, me miro, nos miro, compartimos este momento de vida, no me refiero a la cena sino a toda la vida. Aqui estamos... Podría ser un cine playa edificio de departamentos sala de espera cola para pagar impuestos. Hay sonrisas, rictus, posturas, tics, escucho palabras, intuyo sentimientos, pienso familias, amores, sueños, conflictos, tareas, proyectos, penas. Tibias vísceras acomodadas palpitando dentro, debajo de la piel del abdomen... Masa agrisada y globosa crepitando bajo el cabello cráneo. Venas rellenas de sangre roja, versión local del universo. Huesos grandes y pequeños, orejas, pasadizos laberínticos, pelos, humedad, lenguas. Los ojos tiernos, amorosos, mansos, fulgurantes. Mandíbulas. El amor hinchando los pechos de respiraciones, esperanza-desesperanza esperanza-desesperanza. Todos emergiendo de sus zapatos como plantas tropicales pletóricas y carnívoras, en pequeñas macetas de charol. Cuelgan diferentes telas abrochadas, se ciñen a nuestros sentidos cuerpos, elasticos, cueros, sedas, lanas, empapados de preguntas, cristalizados de respuestas. Ganas, mañanas, aspirinas, laxantes, gotas nasales. Miradas plenas palabras susurradas silencios carcomidos de latidos propios y ajenos. Tanto pensar... sentir, estar aqui. Entramados en cada una de las partes, que son partes si las nombro. Hay sólo trama. Vivimos nombrando. Tal vez séa esa la razón de sentirse aislados dentro de la piel. Me hago pájaro y vuelo en un aire que no es diferente de mis alas.

Me estoy acostumbrado a quererte sin escribirlo. A mirarte tan lejos desde cerca, como a susurrar tú nombre a gritos. Encima, esta contradicción que no ayuda, ...y aumenta el deseo de lo no podido, dejando cualquier posibilidad destinada a la renuncia. Si intentara lo prohibido, me quedaría sin nada, por lo que prefiero seguir anhelando en secreto, que confesarme al rechazo. Pocos comprenden lo que es amar en silencio, y acusan de cobardía al cuerpo que se abstiene en defensa ajena. Nada más doloroso que devolver un sueño, para dejarlo a expensas de la realidad. Como olvidar, lo que no sucederá. Límites - Gabriel Velxio