Gus

Me entere de lo que siento cuando levante mi mano impulsiva y alegremente para saludarte... Con los demás solo muevo los labios y saludo con cordiales pronuncias. Pero cuando llega la hora de verte, puja en mi alma el sentimiento de confort. Entonces suspiro, te digo buenos días moviendo mi mano de izquierda a derecha, y algo sucede que hace brillar mis ojos... Yo describo a ese algo como: El mágico instante de la felicidad Augusto. M.

Hace tiempo que merodeo sigilosamente tu pasos. Sin embargo esta obsesión no exagera mis cabales; porque apenas te veo pocas veces al año. Respeto cada aspecto de nuestra afinidad, y ello fue la razón de mis sentimientos mudos. Somos dos conocidos que jamas serán amigos, y lo digo por consciente más que por pesimista. Lo cierto es que es una cuestión natural e insignificante. No voy a negar que me encantaría al menos ser una persona importante para ti. Pero son cosas que pasan... Ya pasaran más años y más romances, y de apoco este sentimiento morirá dentro de mí... Hasta entonces, gracias por tus sonrisas; fueron lo más bonito que vi en la vida...

Mi corazón partido tiene una grieta en el medio, cuya forma es comicamente la de un rayo. Hubo un tiempo donde la llene con alcohol. Aveces la cubría con compañías y otras con auto-control. Casi la borre hablando con migo mismo durante semanas, pero no lo logre. Aún me afecta lo que nos paso. Nuestros recuerdos son distracciones cineastas en la noche sobre la almohada. Y Cuando te veo casualmente me invade el odio y la felicidad. Tal vez nunca te olvide, no lo sé. Yo anhelo hacerlo de una maldita vez...

Entendí que la soledad no esta hecha para las personas, y que los abrazos sinceros son un empujoncito que estabiliza al que esta apunto de caer. Supe que los días independientemente de ser unos más o unos menos, son nuevos comienzos. Entendí que amar es vivir de verdad, y que subsistir es consecuencia del odio. Advertí que la suerte es la respuesta a quien pide salida para una tempestad impuesta, y que la búsqueda de felicidad puede ser toda la vida una búsqueda. Pero tambi...én advertí que nuestras manos extendidas delante nuestros ojos significan control. Supe que no hace falta ver y pensar más allá, porque puede que lo tengamos todo cerca nuestro. Es uno echo de que las mascotas son los seres vivos más fieles y las personas las más terribles. La esperanza seguirá siendo esperanza, y la reacción y voluntad seguirán siendo reacción y voluntad... Tu seguirás siendo tu. Yo seguiré siendo yo; y ese es el problema, sé que existo, pero no lo comprendo... Y nunca lo haré...

Te convertiste en un paisaje inefable que es visto una sola vez durante unos momentos por quien viaja en un tren pendenciero del alma. Tus atavíos, tus maneras de ser, la melodía pacifica de tu voz, la firmeza y bondad con que direccionas tu mirada, tu belleza, tu humanidad y tu locura... Son arboles y lagos, montañas y nubes, cielos y horizontes, aire y calidez, que veo pasar sentado tras la ventana de este tren, cuyo paraje no es aquí, y ni se donde será... Y tu sonrisa y tu alma, tu consciencia y tus caprichos, son el sol que resplandece la más bonita luz, cual reverbera en mis ojos y me hace admirarte...Amarte...Y recordarte hasta el fin...

Lo mejor que me puede pasar en la vida, incluso más gratificante que el sentimiento de ilusión y afecto que sentí cuando supe de ti, es olvidarte. Por ello coincido en decir que la cura es peor que la enfermedad. La diferencia es que en estos tiempos amándote, me di cuenta que esta enfermedad es terminal, debido a la pena irreversible que significa no correspondernos, y porque no podre olvidarte...

Aveces refugio mi realidad hasta olvidar mi frustración en proyecciones ilusorias; donde invento que en este siglo y en este planeta nuestros corazones coinciden. Entonces me anime a hablarte y pegamos amistad. Te hable de mis miedos y tu de los tuyos, hablamos hasta perder la noción de las horas sobre temas insignificantes tanto imprescindibles. Decir esto es parecido a recordar el futuro. Lo cierto es que hasta en la fantasía somos solo amigos... Incluso en mis sueños acepto la verdad después de mentirme un poquito...

Este rojo corazón, carbura vivamente desde que se de ti. Te cuento como fue que funciono: Antes latía por latir, hasta que te conocí y mí frió se mermo. Acorde pasaban los días crecía mí pasión. Entonces una llama se prendió y por fin... y para siempre mi frió se perdió. Suspiraba felicidad y en consecuencia este fuego se avivo. Calcino mi cerebro, quemo mi pecho, y fundió mi corazón. No eligió quererte tanto, pero de pronto se incendió. See more

Mis puños inchados y las cicatrices en los nudillos son las marcas de una frustrada pasión, que golpeo con toda la fuerza del rencor, del dolor y del amor, una pared tan dura como un Adiós, debido al concepto deliberadamente... abismal que significo oír tal palabra de tu voz. See more

Esta noche va a estar agradable, cálida y quieta, y es un echo que en la hipotética cena hubiera deslumbrado tu atención arrodillándome y sacando de mi bolsillo un anillo, y exaltando con mi voz una grave tanto inocente propuesta, pero te quedaste en mi pasado, y desde que no estamos juntos todas las noches se escapan y pierden como frustradas ocasiones en las que te pediría pasar con migo el resto la vida...

No sabia lo que era vivir feliz en la vida, hasta que te conocí...

Estar juntos; para mi el amor es eso, complejo pero sencillo, donde simplemente te miro a los ojos y te digo sin hablar, que protegeré con la fuerza de mis sentimientos cada rincón de nuestro universo personal, donde se proyecta nuestra historia, en la que despertamos juntos y pensamos en que cocinar al medio día... Donde a las crisis las extinga un abrazo y la monotonía sea una palabra sin sentido... Donde aunque no lo expresemos seguido, sabemos que formaremos una hermosa familia...

Un día cualquiera contemple el norte de mi eje, y sorprendido advertí una senda que me inspiraba a seguirla. Entonces di contigo, y más que feliz supuse que mi destino era encontrarte. Al parecer no sucederían otras cuestiones. Solo te encontré, y sin querer. Por ello replanteé mi certeza, y no sé exactamente que hago aquí. Ahora cuestiono penoso, que sentido tuvo tener la suerte conocerte. Pues no sé que objeto tiene admirar una estrella en la tierra, si su lejanía se percibe como las que están en cielo infinito.