El beso de Nieblas

Y su confesión fue un puñal, una cachetada muy dura su Amor hacia mí, hoy imposible; una de mis peores lecturas...... Confesión de una amistad. Duro y repentino escalofrío en medio de una brisa cotidiana; ¿cómo explicar lo que no es mío, lo que sólo se cuela por la ventana? Así es el amor, sólo sucede; como sucede un adiós o un "te extraño". El tiempo a la preparación no le concede, más que esa ráfaga de segundos que se vuelven años... Años de algo bueno u otra cosa, otro intento, con el mismo argumento; del mismo modo en que un adiós, solloza; una bienvenida de alegría rebosa, en infinitos sentimientos. Nunca imaginé, mira tú, tras una larga amistad, que me confesarías semejante puñal; y no, no es que sienta o piense que esté mal, es que no fue antes, cuando aún conmigo, tomaba mates, la soledad. Martín H. Villalba. El beso de nieblas.

Y aquello que quedó sellado como una confusión juvenil, como un capricho infantil hoy revoca ese triste estado. ... Nunca fue tal cosa, nunca, un error; nunca alguien estuvo más seguro, nunca fue ni temprano, ni prematuro; siempre fueron latidos de amor... A pesar de que hoy ya no importe, que el tiempo haya sentenciado el olvido, nunca daré por perdido ese sentimiento que ilumina mi norte.... A pesar de que hoy estás distante, de que ya ni por azar, recordarás mi nombre, siempre seré por ti, ese mismo hombre que te tendrá en su pecho, que te amará, aunque vague errante. Y estos versos que en breve destruiré, quemándolos en el fuego más frío, sabrán que vivirán para morir al lado mío, en una noche cualquiera, donde quizás, sin más remedio, te olvidaré... El beso de nieblas. Martín H. Villalba.

Y su confesión fue un puñal, una cachetada muy dura su Amor hacia mí, hoy imposible; una de mis peores lecturas...... Confesión de una amistad. Duro y repentino escalofrío en medio de una brisa cotidiana; ¿cómo explicar lo que no es mío, lo que sólo se cuela por la ventana? Así es el amor, sólo sucede; como sucede un adiós o un "te extraño". El tiempo a la preparación no le concede, más que esa ráfaga de segundos que se vuelven años... Años de algo bueno u otra cosa, otro intento, con el mismo argumento; del mismo modo en que un adiós, solloza; una bienvenida de alegría rebosa, en infinitos sentimientos. Nunca imaginé, mira tú, tras una larga amistad, que me confesarías semejante puñal; y no, no es que sienta o piense que esté mal, es que no fue antes, cuando aún conmigo, tomaba mates, la soledad. Martín H. Villalba. El beso de nieblas.

Y aquello que quedó sellado como una confusión juvenil, como un capricho infantil hoy revoca ese triste estado. ... Nunca fue tal cosa, nunca, un error; nunca alguien estuvo más seguro, nunca fue ni temprano, ni prematuro; siempre fueron latidos de amor... A pesar de que hoy ya no importe, que el tiempo haya sentenciado el olvido, nunca daré por perdido ese sentimiento que ilumina mi norte.... A pesar de que hoy estás distante, de que ya ni por azar, recordarás mi nombre, siempre seré por ti, ese mismo hombre que te tendrá en su pecho, que te amará, aunque vague errante. Y estos versos que en breve destruiré, quemándolos en el fuego más frío, sabrán que vivirán para morir al lado mío, en una noche cualquiera, donde quizás, sin más remedio, te olvidaré... El beso de nieblas. Martín H. Villalba.

Creo que le exageraron un poco, pero agradezco mucho al canal mexicano "Frecuencia paranormal", por la narración de uno de mis cuentos más viejos. El cuento que escribí, está en la página, es más breve, pero para el propósito del programa, tuve que modificarlo y añadir una historia más. La exageración está en eso de tragar barcos, sí, se ha tragado embarcaciones medianas, botes y lanchas; se ha llevado muchas vidas (lo más triste y con mucho respeto pido a Dios por sus Descan...sos en Paz), pero cuentan que los barcos más grandes solían pasar rozando las costas paraguayas para no tener problemas con el remolino Bairu sú. Otro detalle que surge como algo que puede generar polémica, es el tema de su ubicación. Está claro que muchos conocedores dirán que se halla en Caraguatay, pero este pueblo está dentro del Departamento Montecarlo. Desde ya, muchas gracias a todos los que miren el video. Hay detalles a corregir, pero la narración es excelente. Es un cuento viejo, que data del 2009. https://youtu.be/aue10eSAY9o

Te leo, leo tus silencios y escisiones, leo las fluctuaciones en algunas palabras,... leo tus pausas y titubeos, leo tus leves tartamudeos y algunas elisiones. Te leo, leo tus gestos y reacciones, la arquitectura de tu semblante... leo tus pliegues y tu talante, tus intrincadas verdades muchas veces ocultas en bellas ficciones. Te leo... Leo tus miradas y pestañeos, el código de tus latentes pupilas cada vez que me miras o se ocultan detrás de tus cabellos. Leo la intensidad de la luz que reflejan tus iris, leo el arcoiris que se forma en mis ojos cuando en los tuyos me veo. Leo tus dicciones y contradicciones, tus huellas, tus indicaciones y contraindicaciones... Leo tus dualidades y fantasmas, tus cualidades, afectos, defectos, locuras y calmas. Leo todo eso, cuando sonríes o estás seria, leo tus sensateces y también, algunas veces tus histerias... Te leo, leo tus posturas y disposiciones, leo en tus manos y piernas sus posiciones; leo el tronar de tus dedos, cuando inconscientemente estás nerviosa, o cuando esbozas un leve y predecible bostezo de aburrimiento. Te leo, leo tus sentimientos, tus profundas y efímeras manías leo tus momentos, arrepentimientos, consentimientos, nostalgias y melancolías... Te leo, leo tus principios y tus finales, leo ciertos pensamientos lineales, paralelos o transversales... Leo en tus labios, esos arianos mensajes, ese lenguaje tan temerario, a veces tan tierno, tan directo, tan salvaje, y en general, tan arbitrario... Leo cuando te acomodas el pelo, cuando te cubres detrás del velo de tus armoniosos y largos lacios cabellos. Leo cuando estás cansada, cuando estás triste, cuando una fugaz mueca viste la cortesía que llevas a tu esencia anclada... Leo tus preocupaciones, tu felicidad y sus condiciones, leo tus latidos, tus quedos, marchas y aspiraciones... Te leo, te leo casi como un fanático constante lee las obras de Shakespeare, Poe, Quevedo, Dante, Virgilio, Góngora y Argote, Goethe o Cervantes... Te leo y sé que me lees también... Pero aún así, la obra se llama silencio y es posible que alguna vez, nos quitemos el velo y volquemos los conocimientos, para ejercer los deseos más nuestros y darle una cordial despedida a la timidez. Martín Villalba. "TE LEO". (2015). El beso de nieblas. Cuadernos olvidados. POEMAS ARIANOS. (Imagen de Google).

Te leo, leo tus silencios y escisiones, leo las fluctuaciones en algunas palabras,... leo tus pausas y titubeos, leo tus leves tartamudeos y algunas elisiones. Te leo, leo tus gestos y reacciones, la arquitectura de tu semblante... leo tus pliegues y tu talante, tus intrincadas verdades muchas veces ocultas en bellas ficciones. Te leo... Leo tus miradas y pestañeos, el código de tus latentes pupilas cada vez que me miras o se ocultan detrás de tus cabellos. Leo la intensidad de la luz que reflejan tus iris, leo el arcoiris que se forma en mis ojos cuando en los tuyos me veo. Leo tus dicciones y contradicciones, tus huellas, tus indicaciones y contraindicaciones... Leo tus dualidades y fantasmas, tus cualidades, afectos, defectos, locuras y calmas. Leo todo eso, cuando sonríes o estás seria, leo tus sensateces y también, algunas veces tus histerias... Te leo, leo tus posturas y disposiciones, leo en tus manos y piernas sus posiciones; leo el tronar de tus dedos, cuando inconscientemente estás nerviosa, o cuando esbozas un leve y predecible bostezo de aburrimiento. Te leo, leo tus sentimientos, tus profundas y efímeras manías leo tus momentos, arrepentimientos, consentimientos, nostalgias y melancolías... Te leo, leo tus principios y tus finales, leo ciertos pensamientos lineales, paralelos o transversales... Leo en tus labios, esos arianos mensajes, ese lenguaje tan temerario, a veces tan tierno, tan directo, tan salvaje, y en general, tan arbitrario... Leo cuando te acomodas el pelo, cuando te cubres detrás del velo de tus armoniosos y largos lacios cabellos. Leo cuando estás cansada, cuando estás triste, cuando una fugaz mueca viste la cortesía que llevas a tu esencia anclada... Leo tus preocupaciones, tu felicidad y sus condiciones, leo tus latidos, tus quedos, marchas y aspiraciones... Te leo, te leo casi como un fanático constante lee las obras de Shakespeare, Poe, Quevedo, Dante, Virgilio, Góngora y Argote, Goethe o Cervantes... Te leo y sé que me lees también... Pero aún así, la obra se llama silencio y es posible que alguna vez, nos quitemos el velo y volquemos los conocimientos, para ejercer los deseos más nuestros y darle una cordial despedida a la timidez. Martín Villalba. "TE LEO". (2015). El beso de nieblas. Cuadernos olvidados. POEMAS ARIANOS. (Imagen de Google).

Belleza. Es bella, lo sé... lo veo. En sus ojos veo la ternura de unas palabras que besan... y generan cosquilleos al alma. En su piel, noto destellos, huellas y brillos que erizan hasta los huesos si rozarla imagino... Es hermosa, es fácil decirlo, no tiene mucha lógica pero cuando te pide explicación no es fácil definirlo. Es hermosa porque se percibe, que para sonreír no tiene prejuicios, Porque posee una alegría natural, Porque es sensible a todo lo que está mal... Porque cuando te nota suspicaz achina los ojos y te derrumba por dentro dejándote desnudo y en evidencia, por fuera... Porque sus labios tienen ese color tan claro de las palabras que brotan sinceras, porque puedes leerla como un mapa, que te lleva sin misterio al más grande tesoro. Por eso es bella, porque su pelo suelto la baña de dulzura, Porque cuando frunce el ceño o se le forman hoyuelos en sus mejillas te deja prácticamente de rodillas rogando que te mire, que te ilumine con esos destellos de primavera. Es bella porque para serlo, busca en el fondo de su alma, su luz y la lleva fuera donde fuera, Porque no le importa lo que piensen los de "afuera"... Los que hacen de la belleza una tristeza, algo comercial, algo que va en contra de la naturaleza, un paradigma de lo grotesco, lo enfermizo y artificial. Un modelo que busca la autoestima por el piso, pa no disfrutar de la vida, Para no disfrutar de uno mismo. (...) Por eso Ella es bella, porque es ella, porque brilla con luz propia, porque es amable, humilde, sabía y sincera... Porque su mirada es la de una guerrera que no se rendirá jamás ante la adversidad Y porque, repito, cuando sonríe, te deja bobo, contemplando en la ventana de su alma Ese todo, eso que buscamos toda la vida con ansiedad Y que se llama, sencillamente, felicidad. Martín H Villalba.