El Otro Demonio

Hace 45 años el ERP cometía en Tucumán uno de sus crímenes más horrendos. Sin piedad arrasaron a toda una familia. En esta nota recordamos ese atentado que conmocionó al pais en su momento pero que hoy vuelve a hundirse en el olvido

Lo mataron, se diría hoy, por "pensar distinto". El filósofo Jordán Bruno Genta era una de las grandes figuras del nacionalismo católico argentino. Por lo tanto, era también una persona que molestaba a los inspiradores de la guerra revolucionaria de la década del '70. Genta había dedicado los últimos años de su vida a desentrañar las causas profundas de ese conflicto y a preparar intelectualmente a quienes tendrían que librarlo. Y sus enemigos lo sabían. El 27 de octubre de 1974, miembros del EL-22, un desprendimiento del grupo guerrillero marxista ERP, lo asesinaron cuando salía de su casa para ir a misa. Pasaron exactamente 45 años de aquel crimen que está como borrado de la historia.Una buena ocasión, entonces, para recordar la vida de Genta, su obra y el significado último de su muerte.

Lo mataron, se diría hoy, por "pensar distinto". El filósofo Jordán Bruno Genta era una de las grandes figuras del nacionalismo católico argentino. Por lo tanto, era también una persona que molestaba a los inspiradores de la guerra revolucionaria de la década del '70. Genta había dedicado los últimos años de su vida a desentrañar las causas profundas de ese conflicto y a preparar intelectualmente a quienes tendrían que librarlo. Y sus enemigos lo sabían. El 27 de octubre de 1974, miembros del EL-22, un desprendimiento del grupo guerrillero marxista ERP, lo asesinaron cuando salía de su casa para ir a misa. Pasaron exactamente 45 años de aquel crimen que está como borrado de la historia.Una buena ocasión, entonces, para recordar la vida de Genta, su obra y el significado último de su muerte.

El ingeniero José María Paz era uno de los principales empresarios de Tucumán. Un día como hoy, hace 45 años, Montoneros lo quiso secuestrar para pedir rescate. Paz se resistió, cumpliendo la promesa que había hecho a su familia de no dar dinero a los promotores de la violencia ideológica. Los terroristas lo balearon mientras huía. Quedó malherido. Veinte días después murió. Pasaron 45 años sin memoria ni verdad ni justicia para Paz ni sus familiares. Su caso no se diferencia del resto de las víctimas del terrorismo setentista, a los que se quiere borrar del recuerdo histórico. Esa amnesia impuesta es la que nos impulsó años atrás a escribir El otro demonio. Y en el día de hoy, estas líneas de homenaje y cariño a los miembros de la familia Paz.

El ingeniero José María Paz era uno de los principales empresarios de Tucumán. Un día como hoy, hace 45 años, Montoneros lo quiso secuestrar para pedir rescate. Paz se resistió, cumpliendo la promesa que había hecho a su familia de no dar dinero a los promotores de la violencia ideológica. Los terroristas lo balearon mientras huía. Quedó malherido. Veinte días después murió. Pasaron 45 años sin memoria ni verdad ni justicia para Paz ni sus familiares. Su caso no se diferencia del resto de las víctimas del terrorismo setentista, a los que se quiere borrar del recuerdo histórico. Esa amnesia impuesta es la que nos impulsó años atrás a escribir El otro demonio. Y en el día de hoy, estas líneas de homenaje y cariño a los miembros de la familia Paz.