Érase una vez un blog
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Te dije: esta soy yo en mi versión de domingo. Miraste de reojo mis pantalones anchos,... mi pelo desprolijo, mis facciones sin maquillaje. Me sentí una calle vacía en plena madrugada; desnuda y muerta de frío. Me volví a verte y te reté desde mi ceño fruncido. Busqué mi mejor abrigo de lana (aún el pelo desprolijo, todavía la cara despintada) y salí a abrazar el invierno que tus gestos habían desatado. (guillerminadelupi.blogspot.com)
Te dije: esta soy yo en mi versión de domingo. Miraste de reojo mis pantalones anchos,... mi pelo desprolijo, mis facciones sin maquillaje. Me sentí una calle vacía en plena madrugada; desnuda y muerta de frío. Me volví a verte y te reté desde mi ceño fruncido. Busqué mi mejor abrigo de lana (aún el pelo desprolijo, todavía la cara despintada) y salí a abrazar el invierno que tus gestos habían desatado. (guillerminadelupi.blogspot.com)
Te dije: esta soy yo en mi versión de domingo. Miraste de reojo mis pantalones anchos,... mi pelo desprolijo, mis facciones sin maquillaje. Me sentí una calle vacía en plena madrugada; desnuda y muerta de frío. Me volví a verte y te reté desde mi ceño fruncido. Busqué mi mejor abrigo de lana (aún el pelo desprolijo, todavía la cara despintada) y salí a abrazar el invierno que tus gestos habían desatado. (guillerminadelupi.blogspot.com)
Hay algo del orden de lo estático de lo inmóvil de lo incierto que nos perturba... nos aturde, desestructura nuestras zonas más primitivas. El tiempo se ha detenido el espacio nos cerca. El cuerpo es una jaula ¿quiénes somos? ¿qué anhelamos? Habitamos en burbujas del no-tiempo, el lenguaje es un límite sus bordes, la conciencia. Rutinas vacías, tiempo muerto, en espera. Hastiados de nada, ciegos frente a un planeta que nos expele por nuestro propio mérito. (guillerminadelupi.blogspot.com)
Hay algo del orden de lo estático de lo inmóvil de lo incierto que nos perturba... nos aturde, desestructura nuestras zonas más primitivas. El tiempo se ha detenido el espacio nos cerca. El cuerpo es una jaula ¿quiénes somos? ¿qué anhelamos? Habitamos en burbujas del no-tiempo, el lenguaje es un límite sus bordes, la conciencia. Rutinas vacías, tiempo muerto, en espera. Hastiados de nada, ciegos frente a un planeta que nos expele por nuestro propio mérito. (guillerminadelupi.blogspot.com)
Me gustabas porque usabas palabras como bragas, jersey, sostén... y olías a adrenalina. Porque no tenías dobleces, no se le veían costuras a tus modales y las palabras se te escapaban a borbotones cuando corrías atrás de alguna idea fantástica. Porque andabas siempre jugando a algún juego y me arrastrabas a ese terreno lúdico que yo había olvidado casi por completo. Porque usabas la palabra magia con la misma naturalidad con la que se dicen las palabras cotidianas. Por eso. Y porque hacías que la palabra coger no me escandalizara. (guillerminadelupi.blogspot.com).
Hay algo del orden de lo estático de lo inmóvil de lo incierto que nos perturba... nos aturde, desestructura nuestras zonas más primitivas. El tiempo se ha detenido el espacio nos cerca. El cuerpo es una jaula ¿quiénes somos? ¿qué anhelamos? Habitamos en burbujas del no-tiempo, el lenguaje es un límite sus bordes, la conciencia. Rutinas vacías, tiempo muerto, en espera. Hastiados de nada, ciegos frente a un planeta que nos expele por nuestro propio mérito. (guillerminadelupi.blogspot.com)
Me gustabas porque usabas palabras como bragas, jersey, sostén... y olías a adrenalina. Porque no tenías dobleces, no se le veían costuras a tus modales y las palabras se te escapaban a borbotones cuando corrías atrás de alguna idea fantástica. Porque andabas siempre jugando a algún juego y me arrastrabas a ese terreno lúdico que yo había olvidado casi por completo. Porque usabas la palabra magia con la misma naturalidad con la que se dicen las palabras cotidianas. Por eso. Y porque hacías que la palabra coger no me escandalizara. (guillerminadelupi.blogspot.com).
Me gustabas porque usabas palabras como bragas, jersey, sostén... y olías a adrenalina. Porque no tenías dobleces, no se le veían costuras a tus modales y las palabras se te escapaban a borbotones cuando corrías atrás de alguna idea fantástica. Porque andabas siempre jugando a algún juego y me arrastrabas a ese terreno lúdico que yo había olvidado casi por completo. Porque usabas la palabra magia con la misma naturalidad con la que se dicen las palabras cotidianas. Por eso. Y porque hacías que la palabra coger no me escandalizara. (guillerminadelupi.blogspot.com).
Información
Web: http://guillerminadelupi.blogspot.com.ar
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