1. Home /
  2. Religious organisation /
  3. Encuentros con san Francisco

Etiquetas / Categorías / Temas



Encuentros con san Francisco 05.06.2021

Primera lectura Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (15,1-6): EN aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que,... si no se circuncidaban conforme al uso de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más de entre ellos subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre esta controversia. Ellos, pues, enviados por la Iglesia provistos de lo necesario, atravesaron Fenicia y Samaría, contando cómo se convertían los gentiles, con lo que causaron gran alegría a todos los hermanos. Al llegar a Jerusalén, fueron acogidos por la Iglesia, los apóstoles y los presbíteros; ellos contaron lo que Dios había hecho con ellos. Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado la fe, se levantaron, diciendo: Es necesario circuncidarlos y ordenarles que guarden la ley de Moisés. Los apóstoles y los presbíteros se reunieron a examinar el asunto. Palabra de Dios Salmo Sal 121,1-2.4-5 R/. Vamos alegres a la casa del Señor ¡Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor! Ya están pisando nuestro pies tus umbrales, Jerusalén. R/. Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor. R/. Según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R/. Evangelio de hoy Lectura del santo evangelio según san Juan (15,1-8): EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos. Palabra del Señor Queridos amigos. Comenzamos la lectura del capítulo 15 del Evangelio de Juan. Nos acompañará hasta el lunes próximo. En este capítulo hay una palabra importante: permanecer. Hoy el evangelista pone de relieve uno de los sentidos que da a este verbo: estar unido a Jesús como los sarmientos a la vid. PERMANECER: es unión y comunión profunda, real e indestructible entre Jesús y los que creemos en Él. Jesús es la vid, la fuente de la vida que corre por los sarmientos los cristianos-. Así como el sarmiento vive de y por la vid, también los cristianos vivimos de y por Jesús. El cristianismo no es solo un mensaje, sino una vida; no es solo luz que ilumina, sino energía que transforma. Es la vida de Cristo derramada en nosotros que vivifica nuestra existencia gracias a nuestra comunión con Él. Con Jesús yo estoy vivo, sin Él estoy muerto; con Jesús somos todo y lo podemos todo; sin Jesús no somos nada ni podemos nada. El sarmiento unido a la vida da mucho fruto, separado de la vid, se seca, es estéril, porque la savia le viene de la cepa no de sí mismo. PERMANECER: es unión y comunión con los demás sarmientos los cristianos-. La cepa generalmente no es un solo sarmiento, sino varios, y la misma savia de la cepa nutre a todos los sarmientos y los mantiene unidos a la cepa y entre ellos. Los sarmientos unidos expresan la vitalidad de la cepa. Jesús es la vid, los cristianos los sarmientos. La vida de Jesús corre la misma por todos los cristianos y los une a todos. Es la vida de Jesús la que crea la comunión entre todos los cristianos. Comunión que es unión de corazones no estar juntos simplemente; comunión de sentimientos, no solo de palabras y ritos. Comunión que es amistad ya no os llamo siervos, sino amigos-. Los amigos buscan el bien de los amigos, es decir la fraternidad, la justicia, la igual en derechos y deberes, el equilibrio entre el reparto de los bienes, el cuidado de la casa común El viñador el Padre- es el que realiza todos los cuidados de la viña: riega, corta los sarmientos infecundos, poda los fecundos para que den más fruto. El Padre purifica la cepa para que cada vez sea más su cepa. Purificación que se realiza en cada uno de nosotros cuando acogemos de corazón la Palabra de Jesús y la dejamos trabajar en nosotros para que poco a poco nos cambie interiormente y podamos decir como San Pablo: vivo yo, mas no yo, es Cristo quien vive en mí. Una purificación que dura toda la vida y que tiene diferentes etapas y formas de realizarse.

Encuentros con san Francisco 28.05.2021

Lecturas de hoy Martes de la 5 semana de Pascua Primera lectura Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (14,19-28):... EN aquellos días, llegaron unos judíos de Antioquía y de Iconio y se ganaron a la gente; apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, dejándolo ya por muerto. Entonces lo rodearon los discípulos; él se levantó y volvió a la ciudad. Al día siguiente, salió con Bernabé para Derbe. Después de predicar el Evangelio en aquella ciudad y de ganar bastantes discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquia, animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios. En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor, en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Y después de predicar la Palabra en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquia, de donde los habían encomendado a la gracia de Dios para la misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe. Se quedaron allí bastante tiempo con los discípulos. Palabra de Dios Salmo Sal 144,10-11.12-13ab.21 R/. Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles. Que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. R/. Explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu reinado. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad. R/. Pronuncie mi boca la alabanza del Señor, todo viviente bendiga su santo nombre por siempre jamás. R/. Evangelio de hoy Lectura del santo evangelio según san Juan (14,27-31a): EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: Me voy y vuelvo a vuestro lado. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mi, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo yo. Palabra del Señor Queridos amigos. Jesús ha comenzado diciendo: Os dejo la paz. La paz os doy. La paz que Jesús nos deja no es solo ausencia de conflictos armados. La paz de Jesús es Bendición, Don que contiene todos los dones. Es el don de la Resurrección a su Iglesia, el principio de la nueva creación. La paz de Jesús es una paz universal, pero no hay recetas rápidas y seguras para ella. Se construye en el día a día, y se halla en la fraternidad y en la delicadeza del encuentro con los hermanos. Es una paz que es don y conquista permanente. El Señor ha derramado su paz en nuestros corazones. Una paz que es seguridad y fuerza. Una paz que nos asegura: Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? Una paz que nos da tranquilidad y esperanza. Una paz que nos acompaña siempre. Una paz que es motivo de constante alegría, porque Jesús ha dicho: Yo estaré con vosotros todos los días hasta el final de los tiempos. Sin embargo en este tiempo de pandemia han hecho acto de presencia la inquietud y el temor. Dios parece callarse dentro de nosotros, no responde como quisiéramos. Este silencio nos espanta, hace saltar las dudas y la paz parece estar asediada. Estamos inquietos, nerviosos, preocupados Quisiéramos respuestas rápidas y contundentes. En estos momentos tenemos que recordar que Dios está presente en la luz oscura de la fe; que debemos ejercitar la fe para oír aquello que no oímos, ver aquello que no vemos, agarrarnos a lo que buscamos en la niebla. No podemos olvidar que Dios está presente, pero no poseído en plenitud; que la fe madura en el tiempo de la ausencia; que la fe se perfecciona en la búsqueda; que la fe se purifica a través de los acontecimientos más duros y difíciles. Jesús también ha dicho: Me voy, pero volveré a vosotros. El Señor promete su presencia y su acompañamiento. No nos deja huérfanos. Él será quien nos defienda del Malo, quien nos consuele en las luchas y dificultades, quien haga que nada temamos aunque caminemos por cañadas oscuras, y quien nos tranquilice en los momentos de mayor riesgo. La paz que Él nos da está asegurada. Solo hay que tener fe y confianza. En esta clave tenemos que leer el libro de los Hechos de los Apóstoles; un ejemplo es la lectura de hoy: nada ni nadie les impidió seguir anunciando el Mensaje de Salvación y en ese ir y venir a las diferentes ciudades les acompañaba el Señor con su paz.

Información

Ubicación: PARROQUIA INMACULADA CONCEPCIÓN José León Suárez, Buenos Aires, Argentina

3055 personas le gusta esto

Recomendaciones y opiniones

Escribir una reseña

Ver también