La Dama Oscura

A veces inmersa en una vorágine de cosas por hacer y planes, me detengo por un instante a mirar al mundo a mi alrededor y creanme cuando les digo que muchas veces nosé que es ficción o que es realidad. Mi fé pende de un hilo tan delgado como el hilo que nos une a la vida. Y me duele en el alma ver en que nos hemos convertido, entender que son muy pocos los que intentan ser mejores seres humanos. Cuando miro la sonrisa de los niños suelo desear que jamas crezcan, que jamas pierdan su inocencia y sobre todo que permanezca intacta la voz de su conciencia y no muda como la mayoria de los adultos.

Me trajo un ramo de flores ¿porqué? Sí sabe que no me gustan las flores cortadas que siempre le pido plantas en macetas, pero no con tal de llevarme la contra me trae un ramo de flores. Estoy enojada y esta noche le devolvere su ramo, no puedo esperar a ver su cara jaja cuando me vea frente a él vestida de novia y su ramo en la mano. Menos mal que de vez en cuando puedo salir de mi tumba.

Encontré el puente- pensé y lo crucé sin penas ni glorias y al llegar al final éste se derrumbo y empezó a derrumbarse todo: la tierra, el cielo, como si arrancaran un dibujo de las hojas de un cuaderno y a medida que yo avanzaba el paisaje que dejaba atrás se convertía en una masa informe sin color y entonces me di cuenta de que era la protagonista de una historia de terror y que el escritor estaba jugando a ser cruel conmigo.

Enciendo la vela tal como lo prometi hace años. El me pidio que lo hiciera y esa fue su última voluntad y fue justo minutos antes de que le clavara el puñal en el pecho. Fue muy dificil por que el filoso cuchillo quedo clavado entre los huesos y por más que tiré y tiré no podía sacarlo.

El silencio es amigo de mis horas, que difuntas, se escurren como por arte de magia, sin mayor mérito que pasar desapercibidas en mi aburrida y rutinaria vida. Pero con ferviente pasión, sigo esperando ansiosa aquel que me despierte del letargo y con él sueño todas las noches, y sigo soñando al despertar.

Hoy, mientras estaba sentada sufriendo mi rutina, mi musa se acercó a mi. Tan bella como siempre y con pasos ágiles me envolvió con un sentido abrazo provocándome escalofrios y luego una obnubilación digna del enamoramiento, en cuyo estado las letras se fueron acomodando y se convirtieron en palabras y luego en frases. Y en mi lenta agonia, perecí bajo el dominio.de la pluma.

Desdibujo la sonrisa que tenia al conocerte, esta espera agonica por volver a verte, destruye lentamente mi condición humana y me vuelve bestial y apasionada entonces tengo miedo de volverte a ver.

Del otro lado de la calle, había un hombre mirándome. Tenía un sombrero gris y una gabardina del mismo color que parecía mas oscura a medida que la llovizna se hacia mas copiosa. Podía sentir su mirada atravesándome como puñales. Me di la vuelta y me aleje tan rápido como pude, de vez en cuando giraba para ver si lo había perdido pero cada vez estaba más cerca. Corté camino por el parque y al terminar de atravesarlo allí estaba él parado frente a mi, sus ojos grises me dieron pánico. Ni siquiera pude gritar antes de desmayarme. Desperté varias horas después, en mi casa. Nada raro me pasó, salvo ese grueso anillo que no puedo quitarme del dedo. La Dama Oscura.

He pensado hasta el hartazgo, intentando dilucidar si esa efímera linea que separa mi imaginación de la realidad existe o solo la puse ahí para creerme cuerda. La Dama Oscura.

Cuando ella se fue, se llevó una parte de mi. Mi corazón se partió en mil pedazos, y morí incontables veces. Nunca más volvi a ser la misma.

Y la ultima y la mas peligrosa de las musas, sabiendo que lo he dejado todo. Solo ansia mi muerte y por eso debo tener cuidado y saber cuando huir.

La sexta musa sabiendo que ya no tengo mas fuerzas para continuar, me pide que al escrito, poesia o cuento le ponga un pedacito de mi alma

La quinta me obliga a escribir con mi sangre

La cuarta, cada vez que intento dormir o comer graba en mi piel con su filosa daga, versos de poetas antiguos

La tercera me acecha, aun en sueños y su suave voz me susurra al oido que escriba repitiendose una y otra vez

La segunda me obliga a escribir mil posibilidades acerca del tema.

La primera musa implanta una idea en mi cabeza.