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La Central Vermutería 11.05.2021

La que se viene....

La Central Vermutería 28.04.2021

La que se viene....

La Central Vermutería 27.04.2021

Covid. Encierro. Distanciamiento. Incertidumbre. Bajo esos ingredientes se cocinó parte del 2020. Y bajo esas condiciones un grupo de amigos comenzó a imaginar cómo sería el espacio ideal para cuando los encuentros se encontraran. En una hoja blanca que solo existía en la imaginación fueron delineando las vicisitudes del deseo ferviente que anidaba en los cuerpos y los corazones. Alguien dijo: ... -Tiene que haber Vermú, reminiscencias de nuestros antepasados y finos sabores herbáceos. La Bebida por excelencia de la calma pos guerra. Y subió al grupo una foto del vermut que estaba tomando en casa. Otro agregó: -Tiene que ser como estar en casa; pero afuera, en ese lugar hay que olvidarse del mundo rígido y las formas deben ser blandas y relajadas, como cuando uno está en casa; pero afuera. Y subió al grupo una foto sentado en una reposera de verano. Tiene que ser una casa con ventanales. Anotado. También una barra larga, enorme, inmensa... Agreguemos la barra. Imagino también que sea con pisos de madera, así como cuando das pasos y crujen. Flotantes. Habrán pisos flotando. Agregado. La casa tiene que estar cerca de todxs y de nadie. Visible, accesible. Tomado. Alguien acotó: -Sin embargo la comida tiene que tener algo único, distinto, que sea un flash que vos podés hacer en tu casa y, sin embargo, que no puedas hacerlo. Me imagino cosas sencillas pero súper especiales, curadas a un nivel increíble. Y no pudo subir ninguna foto, aunque el cerebro le estallase de imágenes múltiples. Hubo emoción generalizada y uno escribió: -Imagino abrazos, besos, risas, músicas varias y una paleta de colores muy tenue, sutil... Entonces agarró la manija y dijo: El encierro anuló nuestros sentidos, los empobreció, todo se acható y nuestras vivencias se aplacaron. El espacio tiene que recobrar esa vida perdida... tiene que simbolizar el retorno al mundo compartido, todo tiene que estar pensado para generar una armonía que nos entregue de nuevo a los estímulos del cuerpo y el espíritu; el espacio tiene que ser Central en nuestros días, debería llamarse así La Central, precisamente por eso, porque se necesita una central donde estar cómodos implíque también, estar en libertad. Conversando, divagando, soñando; le dimos forma a la Vermuteria: Vermú tirado y sifones, fina carta gastronómica de influjo español, y tragos de autor... Dimos toda la vuelta y estamos otra vez en el principio... donde empezó todo.

La Central Vermutería 27.04.2021

La que se viene....

La Central Vermutería 24.04.2021

Covid. Encierro. Distanciamiento. Incertidumbre. Bajo esos ingredientes se cocinó parte del 2020. Y bajo esas condiciones un grupo de amigos comenzó a imaginar cómo sería el espacio ideal para cuando los encuentros se encontraran. En una hoja blanca que solo existía en la imaginación fueron delineando las vicisitudes del deseo ferviente que anidaba en los cuerpos y los corazones. Alguien dijo: ... -Tiene que haber Vermú, reminiscencias de nuestros antepasados y finos sabores herbáceos. La Bebida por excelencia de la calma pos guerra. Y subió al grupo una foto del vermut que estaba tomando en casa. Otro agregó: -Tiene que ser como estar en casa; pero afuera, en ese lugar hay que olvidarse del mundo rígido y las formas deben ser blandas y relajadas, como cuando uno está en casa; pero afuera. Y subió al grupo una foto sentado en una reposera de verano. Tiene que ser una casa con ventanales. Anotado. También una barra larga, enorme, inmensa... Agreguemos la barra. Imagino también que sea con pisos de madera, así como cuando das pasos y crujen. Flotantes. Habrán pisos flotando. Agregado. La casa tiene que estar cerca de todxs y de nadie. Visible, accesible. Tomado. Alguien acotó: -Sin embargo la comida tiene que tener algo único, distinto, que sea un flash que vos podés hacer en tu casa y, sin embargo, que no puedas hacerlo. Me imagino cosas sencillas pero súper especiales, curadas a un nivel increíble. Y no pudo subir ninguna foto, aunque el cerebro le estallase de imágenes múltiples. Hubo emoción generalizada y uno escribió: -Imagino abrazos, besos, risas, músicas varias y una paleta de colores muy tenue, sutil... Entonces agarró la manija y dijo: El encierro anuló nuestros sentidos, los empobreció, todo se acható y nuestras vivencias se aplacaron. El espacio tiene que recobrar esa vida perdida... tiene que simbolizar el retorno al mundo compartido, todo tiene que estar pensado para generar una armonía que nos entregue de nuevo a los estímulos del cuerpo y el espíritu; el espacio tiene que ser Central en nuestros días, debería llamarse así La Central, precisamente por eso, porque se necesita una central donde estar cómodos implíque también, estar en libertad. Conversando, divagando, soñando; le dimos forma a la Vermuteria: Vermú tirado y sifones, fina carta gastronómica de influjo español, y tragos de autor... Dimos toda la vuelta y estamos otra vez en el principio... donde empezó todo.

La Central Vermutería 23.04.2021

Covid. Encierro. Distanciamiento. Incertidumbre. Bajo esos ingredientes se cocinó parte del 2020. Y bajo esas condiciones un grupo de amigos comenzó a imaginar cómo sería el espacio ideal para cuando los encuentros se encontraran. En una hoja blanca que solo existía en la imaginación fueron delineando las vicisitudes del deseo ferviente que anidaba en los cuerpos y los corazones. Alguien dijo: ... -Tiene que haber Vermú, reminiscencias de nuestros antepasados y finos sabores herbáceos. La Bebida por excelencia de la calma pos guerra. Y subió al grupo una foto del vermut que estaba tomando en casa. Otro agregó: -Tiene que ser como estar en casa; pero afuera, en ese lugar hay que olvidarse del mundo rígido y las formas deben ser blandas y relajadas, como cuando uno está en casa; pero afuera. Y subió al grupo una foto sentado en una reposera de verano. Tiene que ser una casa con ventanales. Anotado. También una barra larga, enorme, inmensa... Agreguemos la barra. Imagino también que sea con pisos de madera, así como cuando das pasos y crujen. Flotantes. Habrán pisos flotando. Agregado. La casa tiene que estar cerca de todxs y de nadie. Visible, accesible. Tomado. Alguien acotó: -Sin embargo la comida tiene que tener algo único, distinto, que sea un flash que vos podés hacer en tu casa y, sin embargo, que no puedas hacerlo. Me imagino cosas sencillas pero súper especiales, curadas a un nivel increíble. Y no pudo subir ninguna foto, aunque el cerebro le estallase de imágenes múltiples. Hubo emoción generalizada y uno escribió: -Imagino abrazos, besos, risas, músicas varias y una paleta de colores muy tenue, sutil... Entonces agarró la manija y dijo: El encierro anuló nuestros sentidos, los empobreció, todo se acható y nuestras vivencias se aplacaron. El espacio tiene que recobrar esa vida perdida... tiene que simbolizar el retorno al mundo compartido, todo tiene que estar pensado para generar una armonía que nos entregue de nuevo a los estímulos del cuerpo y el espíritu; el espacio tiene que ser Central en nuestros días, debería llamarse así La Central, precisamente por eso, porque se necesita una central donde estar cómodos implíque también, estar en libertad. Conversando, divagando, soñando; le dimos forma a la Vermuteria: Vermú tirado y sifones, fina carta gastronómica de influjo español, y tragos de autor... Dimos toda la vuelta y estamos otra vez en el principio... donde empezó todo.

Información

Teléfono: +54 261 276-5334

Ubicación: Av. Bartolomé Mitre 794 5500 Mendoza, Argentina

Web: http://lacentral.ar

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