1. Home /
  2. Local business /
  3. Los Patricios Mendocinos

Etiquetas / Categorías / Temas



Los Patricios Mendocinos 28.04.2021

NARCOTRAFICO EN TIEMPOS DE MARX Por Manolo Giménez (Publiqué esta nota en el diario online Noticias día x día, del Grupo Ainchil, recordando cuando el gran pens...ador de Tréveris analizó el proceso de control y venta de estupefacientes, en tiempos en que el colonialismo inglés ejercía violentamente su poder en distantes extremos del planeta. Ojalá les guste). En su columna dominical del diario Los Andes, el comentarista político mendocino Carlos La Rosa señala que, desde círculos oficialistas, se pretende vincular el creciente reclamo por una efectiva lucha contra el narcotráfico con una supuesta arremetida de la "derecha pro yanqui". De ser así, se trataría de una caracterización excesivamente torpe. Es un dato evidente que algunos gobiernos del capitalismo central, como el de los EE. UU, utilizan el subterfugio de la lucha contra el narcotráfico para intervenir en los asuntos internos de los países de la periferia. Pero limitarse a este aspecto del problema, alcanza sólo para forjar una nueva consigna vacía, pues se estarían soslayando los enormes beneficios que este vil comercio ofrece a las corporaciones trasnacionales, al mismo Estado imperialista que dice combatirlo y al capital financiero en general. Por ello, en términos generales, puede decirse que existen dos maneras principales y antagónicas de enfrentar al narcotráfico: se lo puede controlar a favor de estos poderosos actores persiguiendo a los "cuentapropistas" indisciplinados y monitoreando el lavado de divisas o se lo puede tratar de erradicar en serio y a favor de la integridad nacional del país afectado. Y esto que digo, aclaro, no es ninguna novedad histórica: ya en el siglo XIX el poderoso imperio comercial británico hacía constatar, a un pueblo colonizado, tal diferencia "metodológica". Fue durante las dos etapas de la Guerra del Opio, que tuvieron lugar en la China imperial, entre 1840 y 1858, y de las que el entonces periodista alemán, Karl Marx, resultó ser uno de los analistas más lúcidos. (Estos artículos fueron publicados en el New York Daily Tribune, durante setiembre de 1858). Ya desde 1729, China contaba con una ley anti opio, lo que no fue un impedimento para que la East India Company, de capitales ingleses, vendiera en territorio chino la esclavizante sustancia, cuyo cultivo era impuesto a los colonos de la India. "En la India se estableció el monopolio del narcótico comenta Marx; mientras a los barcos de la compañía se les prohibía hipócritamente traficar con la droga, las licencias que ésta otorgaba a los barcos privados para comerciar con China, estipulaban que se les aplicaría una multa si llegaban a cargar opio que no fuera el elaborado por la compañía". Así, para inicios del siglo XIX la demanda del opio se había multiplicado por veinte; más tarde, las ventas pasaron de 300 mil libras en 1800 a seis millones en 1838. Asimismo, como consecuencia del grosero tráfico inglés, entre 1832 y 1835, salieron de China 20 millones de onzas de plata, causando una gran espiral inflacionaria que arruinó a millones de campesinos, cuyos productos bajaron drásticamente de precio. "Los chinos no pueden absorber a la vez mercancías y drogas; en las actuales circunstancias, la ampliación del comercio chino se resuelve en una ampliación del tráfico de opio; el crecimiento de éste es incompatible con el desarrollo del comercio legal", dirá Marx. El 10 de marzo de 1839, luego de una frustrada misión diplomática ante la reina Victoria, el virrey Hse Tsu llegó a Cantón para erradicar el opio por orden del emperador Daoguang, prohibiendo totalmente el contrabando y confiscando todas las existencias remanentes. La reacción inglesa no se hizo esperar: el Primer Ministro, Lord Henry Palmerston, impuso su opinión al Parlamento de librar una guerra justa y necesaria, enviando a China una flota de 48 navíos de guerra con 4000 soldados a bordo, para dar inicio a la primera Guerra del Opio, en octubre de 1840. "Mientras el emperador chino, a fin de poner freno al suicidio de su pueblo, prohibía a la vez la importación del veneno por los extranjeros y su consumo por los nativos, la Compañía de la India Oriental convertía rápidamente el cultivo del opio en la India, y su contrabando en China, en parte de su propio sistema financiero. Mientras los semi bárbaros defendían el principio de la moralidad, los civilizados le oponían el principio del lucro", se lamenta el futuro autor de El Capital. Aprovechando su notoria superioridad armamentística y el atraso histórico que se cristalizaba en el Imperio Celeste, la flota atacó Cantón y otros puertos, saqueando e incendiando todo a su paso. Se contabilizaron miles de muertos entre los defensores chinos. Tras dos años de conflicto y múltiples negociaciones, se firmó en 1842 el oprobioso Tratado de Nangjin, el cual le permitió al gobierno inglés cobrar una cuantiosa indemnización, al tiempo que se le otorgaba el libre uso de los principales puertos chinos. También Gran Bretaña se adjudicó el derecho a obtener posesiones territoriales y sus barcos quedaron exceptuados de someterse a las leyes locales. Es interesante señalar que, con este tratado, se constituye la base militar y política de Hong Kong, que integrará la Commonwealth británica en Asia hasta el 1 de julio de 1997, cuando el Reino Unido se la transfiere a la República Popular China. "Que un Imperio gigantesco, en el que vive casi un tercio de la raza humana apunta Marx, aportando una pincelada de su fascinante prosa a la caracterización del colonialismo deba ser alcanzado por el destino con motivo de un duelo a muerte, en el cual los representantes del mundo antiguo se muestran movidos por razones éticas, mientras que los representantes de la abrumadora sociedad moderna luchan por el privilegio de comprar en los mercados más baratos y vender en los más caros: ello, por cierto, es una especie de copla trágica, más extraña de lo que poeta alguno se haya atrevido jamás a imaginar". Más adelante, Marx ofrece con increíble claridad la descripción de la primera de las formas de enfrentar al narcotráfico que mencionamos más arriba (diferente de la segunda forma planteada que, al ser asumida por el emperador Daoguang, desató la guerra). "El hecho de que el gobierno británico asumiera el control del monopolio del opio en la India dice fue lo que condujo a la proscripción del comercio de la droga en China. Los crueles castigos que el legislador celestial infligía a sus propios súbditos contumaces y la estricta prohibición establecida en las aduanas chinas, demostraron ser igualmente ineficaces". Y destaca la "flagrante contradicción del gobierno británico, de tan cacareado cristianismo y traficante con la civilización. En su condición de gobierno imperial, finge desconocer en absoluto el negocio del contrabando del opio, y hasta promueve tratados que lo proscriban". Mas preciso y revelador, imposible. Volviendo a nuestra época, bien podría pensarse que, al ser desalojado de la supremacía mundial, el Imperio inglés legó al irreverente hijo transoceánico la perfidia de su política exterior. En uno de sus artículos, Marx cita al colonialista y traficante de opio inglés, Montgomery Martin, cuando dice en un escrito: "Sí, el tráfico de esclavos era piadoso en comparación con el del opio: no aniquilábamos el cuerpo de los africanos, porque nuestro interés inmediato era conservarlos vivos; no envilecíamos su naturaleza, ni corrompíamos su mente, ni destruíamos su alma". "Pero el vendedor de opio continúa la cita mata el cuerpo después de haber corrompido, degradado y aniquilado el ser moral de los infelices pecadores, con lo que, hora tras hora, se brindan nuevas víctimas a un insaciable Moloch, ante el altar del cual el asesino inglés y el suicida chino rivalizan en ofrendas". Intercambiando épocas y naciones, intuyo que no estamos tan lejos de esta escalofriante metáfora.

Los Patricios Mendocinos 22.04.2021

NARCOTRAFICO EN TIEMPOS DE MARX Por Manolo Giménez (Publiqué esta nota en el diario online Noticias día x día, del Grupo Ainchil, recordando cuando el gran pens...ador de Tréveris analizó el proceso de control y venta de estupefacientes, en tiempos en que el colonialismo inglés ejercía violentamente su poder en distantes extremos del planeta. Ojalá les guste). En su columna dominical del diario Los Andes, el comentarista político mendocino Carlos La Rosa señala que, desde círculos oficialistas, se pretende vincular el creciente reclamo por una efectiva lucha contra el narcotráfico con una supuesta arremetida de la "derecha pro yanqui". De ser así, se trataría de una caracterización excesivamente torpe. Es un dato evidente que algunos gobiernos del capitalismo central, como el de los EE. UU, utilizan el subterfugio de la lucha contra el narcotráfico para intervenir en los asuntos internos de los países de la periferia. Pero limitarse a este aspecto del problema, alcanza sólo para forjar una nueva consigna vacía, pues se estarían soslayando los enormes beneficios que este vil comercio ofrece a las corporaciones trasnacionales, al mismo Estado imperialista que dice combatirlo y al capital financiero en general. Por ello, en términos generales, puede decirse que existen dos maneras principales y antagónicas de enfrentar al narcotráfico: se lo puede controlar a favor de estos poderosos actores persiguiendo a los "cuentapropistas" indisciplinados y monitoreando el lavado de divisas o se lo puede tratar de erradicar en serio y a favor de la integridad nacional del país afectado. Y esto que digo, aclaro, no es ninguna novedad histórica: ya en el siglo XIX el poderoso imperio comercial británico hacía constatar, a un pueblo colonizado, tal diferencia "metodológica". Fue durante las dos etapas de la Guerra del Opio, que tuvieron lugar en la China imperial, entre 1840 y 1858, y de las que el entonces periodista alemán, Karl Marx, resultó ser uno de los analistas más lúcidos. (Estos artículos fueron publicados en el New York Daily Tribune, durante setiembre de 1858). Ya desde 1729, China contaba con una ley anti opio, lo que no fue un impedimento para que la East India Company, de capitales ingleses, vendiera en territorio chino la esclavizante sustancia, cuyo cultivo era impuesto a los colonos de la India. "En la India se estableció el monopolio del narcótico comenta Marx; mientras a los barcos de la compañía se les prohibía hipócritamente traficar con la droga, las licencias que ésta otorgaba a los barcos privados para comerciar con China, estipulaban que se les aplicaría una multa si llegaban a cargar opio que no fuera el elaborado por la compañía". Así, para inicios del siglo XIX la demanda del opio se había multiplicado por veinte; más tarde, las ventas pasaron de 300 mil libras en 1800 a seis millones en 1838. Asimismo, como consecuencia del grosero tráfico inglés, entre 1832 y 1835, salieron de China 20 millones de onzas de plata, causando una gran espiral inflacionaria que arruinó a millones de campesinos, cuyos productos bajaron drásticamente de precio. "Los chinos no pueden absorber a la vez mercancías y drogas; en las actuales circunstancias, la ampliación del comercio chino se resuelve en una ampliación del tráfico de opio; el crecimiento de éste es incompatible con el desarrollo del comercio legal", dirá Marx. El 10 de marzo de 1839, luego de una frustrada misión diplomática ante la reina Victoria, el virrey Hse Tsu llegó a Cantón para erradicar el opio por orden del emperador Daoguang, prohibiendo totalmente el contrabando y confiscando todas las existencias remanentes. La reacción inglesa no se hizo esperar: el Primer Ministro, Lord Henry Palmerston, impuso su opinión al Parlamento de librar una guerra justa y necesaria, enviando a China una flota de 48 navíos de guerra con 4000 soldados a bordo, para dar inicio a la primera Guerra del Opio, en octubre de 1840. "Mientras el emperador chino, a fin de poner freno al suicidio de su pueblo, prohibía a la vez la importación del veneno por los extranjeros y su consumo por los nativos, la Compañía de la India Oriental convertía rápidamente el cultivo del opio en la India, y su contrabando en China, en parte de su propio sistema financiero. Mientras los semi bárbaros defendían el principio de la moralidad, los civilizados le oponían el principio del lucro", se lamenta el futuro autor de El Capital. Aprovechando su notoria superioridad armamentística y el atraso histórico que se cristalizaba en el Imperio Celeste, la flota atacó Cantón y otros puertos, saqueando e incendiando todo a su paso. Se contabilizaron miles de muertos entre los defensores chinos. Tras dos años de conflicto y múltiples negociaciones, se firmó en 1842 el oprobioso Tratado de Nangjin, el cual le permitió al gobierno inglés cobrar una cuantiosa indemnización, al tiempo que se le otorgaba el libre uso de los principales puertos chinos. También Gran Bretaña se adjudicó el derecho a obtener posesiones territoriales y sus barcos quedaron exceptuados de someterse a las leyes locales. Es interesante señalar que, con este tratado, se constituye la base militar y política de Hong Kong, que integrará la Commonwealth británica en Asia hasta el 1 de julio de 1997, cuando el Reino Unido se la transfiere a la República Popular China. "Que un Imperio gigantesco, en el que vive casi un tercio de la raza humana apunta Marx, aportando una pincelada de su fascinante prosa a la caracterización del colonialismo deba ser alcanzado por el destino con motivo de un duelo a muerte, en el cual los representantes del mundo antiguo se muestran movidos por razones éticas, mientras que los representantes de la abrumadora sociedad moderna luchan por el privilegio de comprar en los mercados más baratos y vender en los más caros: ello, por cierto, es una especie de copla trágica, más extraña de lo que poeta alguno se haya atrevido jamás a imaginar". Más adelante, Marx ofrece con increíble claridad la descripción de la primera de las formas de enfrentar al narcotráfico que mencionamos más arriba (diferente de la segunda forma planteada que, al ser asumida por el emperador Daoguang, desató la guerra). "El hecho de que el gobierno británico asumiera el control del monopolio del opio en la India dice fue lo que condujo a la proscripción del comercio de la droga en China. Los crueles castigos que el legislador celestial infligía a sus propios súbditos contumaces y la estricta prohibición establecida en las aduanas chinas, demostraron ser igualmente ineficaces". Y destaca la "flagrante contradicción del gobierno británico, de tan cacareado cristianismo y traficante con la civilización. En su condición de gobierno imperial, finge desconocer en absoluto el negocio del contrabando del opio, y hasta promueve tratados que lo proscriban". Mas preciso y revelador, imposible. Volviendo a nuestra época, bien podría pensarse que, al ser desalojado de la supremacía mundial, el Imperio inglés legó al irreverente hijo transoceánico la perfidia de su política exterior. En uno de sus artículos, Marx cita al colonialista y traficante de opio inglés, Montgomery Martin, cuando dice en un escrito: "Sí, el tráfico de esclavos era piadoso en comparación con el del opio: no aniquilábamos el cuerpo de los africanos, porque nuestro interés inmediato era conservarlos vivos; no envilecíamos su naturaleza, ni corrompíamos su mente, ni destruíamos su alma". "Pero el vendedor de opio continúa la cita mata el cuerpo después de haber corrompido, degradado y aniquilado el ser moral de los infelices pecadores, con lo que, hora tras hora, se brindan nuevas víctimas a un insaciable Moloch, ante el altar del cual el asesino inglés y el suicida chino rivalizan en ofrendas". Intercambiando épocas y naciones, intuyo que no estamos tan lejos de esta escalofriante metáfora.

Los Patricios Mendocinos 06.04.2021

NARCOTRAFICO Y DESTINO NACIONAL por Manolo Giménez Según un estudio de la empresa Poliarquía, el narcotráfico encabeza las preocupaciones de la sociedad argentina, por encima de problemáticas como la inseguridad, la corrupción o las tendencias inflacionarias de la economía. El 83 por ciento de los encuestados el porcentaje más alto de la encuesta define al narcotráfico como un problema "muy grave"....Continue reading

Los Patricios Mendocinos 04.04.2021

NARCOTRAFICO Y DESTINO NACIONAL por Manolo Giménez Según un estudio de la empresa Poliarquía, el narcotráfico encabeza las preocupaciones de la sociedad argentina, por encima de problemáticas como la inseguridad, la corrupción o las tendencias inflacionarias de la economía. El 83 por ciento de los encuestados el porcentaje más alto de la encuesta define al narcotráfico como un problema "muy grave"....Continue reading

Los Patricios Mendocinos 26.03.2021

LA LEGISLACION LABORAL LE ERA INDIFERENTE La Sala Décima de la Cámara del Trabajo condenó a León Gieco a indemnizar con unos 280 mil pesos más intereses de los últimos cuatro años al iluminador Miguel Ángel Bebe Carrizo, que le inició un juicio laboral en 2009 luego de haber colaborado con el "cantautor comprometido" desde los años 80. Los camaristas Daniel Stortini y Gregorio Corach reconocieron la prestación personal de servicios de Carrizo en favor de Gieco durante una prolongada secuela temporal, que se mantuvo sin que fuese registrado como trabajador dependiente en el marco de la ley de contrato de trabajo.

Los Patricios Mendocinos 19.03.2021

LA NUEVA OLIGARQUIA COMUNICACIONAL (Una nota reveladora de Miguel Wiñazki) Francisco Paco Mármol el nuevo alma mater periodístico del Grupo Indalo de Cristóbal López, que controla C5N y Radio 10 fue tan brutal que ni siquiera fue necesario tomarse el más mínimo trabajo para descrifrar su mensaje....Continue reading

Los Patricios Mendocinos 06.03.2021

LA LEGISLACION LABORAL LE ERA INDIFERENTE La Sala Décima de la Cámara del Trabajo condenó a León Gieco a indemnizar con unos 280 mil pesos más intereses de los últimos cuatro años al iluminador Miguel Ángel Bebe Carrizo, que le inició un juicio laboral en 2009 luego de haber colaborado con el "cantautor comprometido" desde los años 80. Los camaristas Daniel Stortini y Gregorio Corach reconocieron la prestación personal de servicios de Carrizo en favor de Gieco durante una prolongada secuela temporal, que se mantuvo sin que fuese registrado como trabajador dependiente en el marco de la ley de contrato de trabajo.

Información

Ubicación: Legislatura de Mendoza 5500 Mendoza, Argentina

Web: http://www.lospatriciosmza.com.ar

4587 personas le gusta esto

Recomendaciones y opiniones

Escribir una reseña

Ver también