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14.7 Mecatronica 08.06.2021

¿SIGUEN LOS ACTUALES MOTORES EL CAMINO DE LOS DINOSAURIOS? De la solución para la movilidad al malo de la película. Desde hace algo así como un siglo hemos ac...eptado que quemar combustibles dentro de un motor de pistones, sea diésel o de gasolina es la única forma de que se muevan los automotores. Sin embargo, en los últimos tiempos empezamos a escuchar palabras como: catalizadores, gases contaminantes, ineficientes, escases de petróleo, híbrido, baterías de ión-litio, celdas de combustible, auto eléctrico, efecto invernadero, por citar algunos. ¿Se aproxima el fin de los motores de pistón tal como los conocemos hasta ahora? ¿Y después qué? Los motores de pistón han evolucionado hasta límites inimaginables hace tres o cuatro décadas transformándose en verdaderas maravillas mecánicas, y sin embargo hoy están siendo demonizados y acusados de ser los principales culpables de casi todas las tragedias ecológicas y naturales del planeta: ¿Es tan así? ¿Y si son culpables cómo se presenta el futuro? Hoy quisiera introducirlo en algunos conceptos que habitualmente ignoramos, o mejor di-cho conceptos de los que probablemente no tengamos una real dimensión. Si uno se pone a estudiar el tema concluye en que las exigencias que soporta un motor sin romperse, con-figuran un verdadero milagro del ingenio humano. Partamos de la base que los archi conocidos motores de pistón que nos rodean por todas partes son, desde el punto de vista de su principio de funcionamiento, una auténtica locura mecánica. ¿Le sorprende que yo le diga esto? Se lo voy a fundamentar. De cero a 100kph en 4 cm y de 100kph a cero en otros 4cm. ¿A usted se le ocurriría desarrollar un mecanismo en el cual tenga que acelerar brutalmente varios de sus componentes desde cero, hacerlos alcanzar 100 kph en 4 cm, volver a frenarlos en otros 4 cm, invertir la dirección de movimiento, y repetir esa operación a razón de 200 veces por segundo? ¿Se alcanza a imaginar el gasto de energía que esto significa, y las brutales fuerzas puestas en juego en un conjunto que pesa en el orden de medio kilo? Esto mismo multiplicado por cuatro es lo que pueden soportar los pistones y bielas en un motor de cuatro cilindros de 80 mm de carrera girando a 6000 rpm. Y que le cuento de un motor de F1 cuyos pistones alcanzan los 150 kph, se detienen y retroceden a razón de 600 veces por segundo, ¡es decir en un 0,0017 (diecisiete diez milésimas) de segundo! Sigamos con las comparaciones: ¿Usted se compraría una botella de cualquier bebida que le agrade, tiraría al piso dos tercios de su contenido, se tomaría el resto y se quedaría contento pensando que todo está bien? Eso es exactamente lo que sucede con cada litro de nafta que su motor consume: dos tercios de ese litro no serán aprovechados absoluta-mente para nada. Dada la ineficiencia de los motores de pistón esos dos tercios servirán solamente para calentar el universo. El mejor rendimiento que se puede esperar de un mo-tor de encendido por chispa convencional es del orden del 37%. Y para que vamos a hablar de los productos de combustión, con que nos contaminamos alegremente. Aunque parezca increíble hemos fundamentado durante casi un siglo la mayor parte de nuestra movilidad con estos motores, y parecería que recién en los últimos años, como consecuencia de la creciente demanda de combustibles y de altísima contaminación resultante, nos estamos dando cuenta de estas cosas y comenzamos a buscar soluciones. La manía del hombre de quemar cosas para obtener energía. La contaminación ambiental no es solo producto de los automóviles, en ella tiene mucho que ver también la manía que tenemos los humanos de quemar cosas para obtener energía, y la irresponsabilidad con que se tratamos nuestro entorno natural. Resulta muy difícil de explicar por qué hemos mantenido tozudamente el camino del desarrollo de los motores de pistón conociendo sus particulares e ineficientes condiciones de funcionamiento. A la ineficiencia de los motores le debemos sumar que funcionan consumiendo una fuente de energía no renovable, el petróleo. Un auténtico disparate, pero quizás por allí justamente, pase parte de la explicación. Recién en estos últimos años parecería que empezamos a tomar en serio los combustibles alternativos, pero la resistencia a su generalización sigue siendo durísima. Igualmente parecería que tendremos que convivir todavía unas dos o tres décadas con este tipo de motores, pero las soluciones alternativas ya están irreversible-mente en marcha. Realmente no creo que dentro de treinta años alguien se anime a quemar nafta para impulsar un vehículo. En realidad si continuamos tal como hasta ahora no creo tampoco que dentro de treinta años nuestro medio ambiente esté en condiciones de seguir resistiendo el bombardeo de gases producto de la combustión. ¿Por qué le cuento todo esto? Parecería que quién escribe estas líneas es el enemigo nú-mero uno de los motores de pistón, y nada más alejado de la realidad. Yo soy un enamorado de ellos, a los que les he dedicado buena parte de mi vida, y son para mí un fascinan-te mundo que nunca se termina de conocer. El absurdo principio de funcionamiento en que se basan es probablemente la esencia de su desafío. Creo que quien más, quien menos, todos hemos tenido alguna pasión que sabemos es una fuente de conflictos, que nos genera más problemas que beneficios, que no se puede sustentar por el sentido común, y a la cual pese a todo seguimos aferrados. Con los motores de pistón me pasa algo así, y es probable que a usted también. Creo que asistimos a su última evolución, o por lo menos la lógica parece decir que es así, y es para mí una obligación moral irlo preparando para los cambios que sin duda vendrán. Nos guste o no irán desapareciendo estos calenturientos motores y cederán el paso a nue-vos y mas eficientes tipos de plantas impulsoras. Sin embargo, viajar fuerte, sentir la aceleración, manejar alta potencia y doblar rápido seguirá siendo siempre una pasión. La verdad, mi estimado amigo, es que nosotros somos enamorados de las cosas que andan rápido, y el día que tengamos vehículos con impulsión eléctrica, seguramente habrá alguien que desde estas páginas le estará explicando cómo hay que hacer para pasar más amperaje, aumentar la tensión (voltaje) de trabajo de los motores o de un nuevo tipo de superconductor, y seguramente aparecerán quienes venderán acumuladores de mayor capacidad especiales para competición... Pero, mientras tanto seguiremos con lo actual. Los motores de pistón, pese a ser máquinas ineficientes, caprichosas e infernales, son también, y sin ninguna duda, apasionantes. Generan obsesión. Tan apasionantes que pue-den llegar a trastornarlo. Se lo dice alguien que conoce sus virtudes y defectos, que jugó y disfrutó con ellos muchos años, y que finalmente ha recobrado parte de su sensatez por medio de la docencia y el periodismo. ¿Hacia dónde vamos? La pregunta que seguramente alguien se podría formular sería: ¿hacia dónde vamos? ¿Cómo serán las plantas impulsoras de nuestros futuros vehículos? Creo que por lo menos durante una década mas la configuración general de motores de cuatro tiempos, en ciclo Diésel u Otto, permanecerá razonablemente igual. Los motores serán cada vez mas chicos y eficientes, y los turbocompresores serán tan habituales como los pistones, pero el concepto de pistón que sube y permanecerá inalterable. Es muy probable que sean los diésel los de mayor avance, por lo menos en aquellos países que usamos vehículos del tipo europeo. Harán su aparición en serie lo motores HCCI (Homogenus Charge Compression Ignition) que son una especie de mezcla entre el diésel y el Otto. La tendencia será, indudablemente, a minimizar las emisiones a mejorar el consumo de combustible y a introducir definitivamente los combustibles alternativos, con especial énfasis en los biocombustibles. No nos olvidemos que estamos inundando nuestra atmósfera con anhídrido carbónico (CO2) y que a riesgo de nuestra supervivencia algo urgente debemos hacer al respecto. La luz roja del aumento fuera de control del CO2 en nuestra atmósfera hace ya varia décadas años que está destellando, y los científicos se han aburrido de advertirnos sobre cuáles pueden ser las consecuencias de ello, pero sin embargo el mundo parecería padecer de sordera suicida. El advenimiento del control electrónico digital ha permitido desarrollar procesos imposibles de controlar solo mecánicamente. El advenimiento de la electrónica masiva en el control de la combustión en nuestros bien amados motores, ha contribuido mucho a reducir sus efectos colaterales nocivos, y sin duda seguirá aportando mejoras. La inyección de combustible controlada electrónicamente en particular, tanto para los motores diésel como para los de gasolina, ha sido y es el pilar de esta etapa de evolución. A la luz de las posibilidades que se presentan por medio del control electrónico asistido por ordenadores, se abre todo un nuevo horizonte de posibilidades y mejoras, pero la esencia del problema, generar energía por medio de la combustión de combustibles fósiles permanece inalterable. Es un problema de filosofía de evolución antes que de tecnología, y en el que sin duda subyacen gigantescos intereses económicos. Estoy absolutamente convencido que dentro de un par de siglos, si la humanidad existe como tal, nuestra cultura energética y sus consecuencias para el medio y la humanidad será muy severamente juzgada por la historia. ¿Por qué no han prosperado motores diferentes como el Wankel? Se han experimentado con mayor o menor fortuna infinidad de alternativas basadas en el principio de los motores de pistón y en el ciclo de cuatro tiempos. Cilindros con configuraciones más o menos estrambóticas, motores rotativos con la forma y cantidad de rotores que a usted le guste, etc. etc., pero no han prosperado. Surge el interrogante del por qué no se han impuesto. Creo que la respuesta es relativamente simple: tiempo de evolución. Mientras que nuestro motor de pistones alternativo convencional ha sido desarrollado a través de más de un siglo por infinidad de fabricantes con poderosos recursos económicos, y ha sido probado en centenares de millones de unidades, las otras alternativas, con muy pocas excepciones, han existido nada más que en el laboratorio. ¿Quién le parece que va a ganar? Muchas veces me han preguntado por qué no prosperó el motor Wankel, y mi respuesta ha sido que probablemente no se impuso debido a una cuestión de tiempo. Si el Wankel tuviera sobre sus espaldas setenta o cien años de desarrollo generalizado y experimentación masiva, probablemente hoy día la pregunta sería por qué no evolucionó el motor de pistones alternativo, o quizás simplemente nadie se acordaría de preguntar por él. ¿Y el futuro? De todas formas, esta semi apocalíptica visión del futuro no es tan así. Afortunadamente los grandes fabricantes son perfectamente conscientes de lo que está sucediendo y están tomando sus recaudos. Comenzando por los híbridos capaces de recuperar energía que hasta ahora desperdiciábamos, y siguiendo por vehículos eléctricos impulsado por celdas de hidrógeno, por baterías, o por una inmensa posibilidad de combinaciones entre baterías recargables, motores de combustión interna, celdas de combustibles y sistemas regenerativos la evolución continúa y los cambios serán radicales. Probablemente el tema pasará por motores eléctricos distribuidos convenientemente y a otra cosa. Chau caja de velocidades, de diferencial y de emisiones de CO2. Para el caso de las celdas de hidrógeno el producto de la combustión es agua, pura agua que no molesta a nadie, con excepción de aquello de lo que mata es la humedad... Le cuento que una celda de combustible es un dispositivo que usando combustibles convencionales o biológicos, se las arregla para ex-traerles el Hidrógeno y desarrollar un proceso de combustión fría del hidrógeno gaseoso, generando energía eléctrica en forma directa y con un rendimiento en todo el proceso que duplica holgadamente al mejor de los motores actuales de combustión interna. Obviamente la cosa no es tan sencilla como la describo, pero reitero que está siendo estudiada a fondo por muchas grandes terminales, esa y otras alternativas. Volviendo a la actualidad. Volviendo a la actualidad, se nos presenta un tema sobre el que permanentemente insistimos en Autotécnica y que excede al ámbito de los automotores: Debemos incentivar y agilizar el proceso de formación y actualización técnica y profesional, no solo en el rubro automotriz, debemos hacerlo en TODOS los rubros que hacen a la industria y al agro. Se nos viene encima una enorme ola de cambios en la educación, el conocimiento y la tecnología, está en nosotros ser arrollados por esa ola o montarnos en ella para crecer como una potencia emergente. Un abrazo. Ing. Alberto P. Garibaldi

14.7 Mecatronica 24.05.2021

SOBRE LOS CÓMO Y LOS PORQUÉ ¿Y porqué...? No me diga que nunca estuvo con algún pequeñito o pequeñita que lo sometió a uno de esos interrogatorios de ¿Y po...rqué...? interminables, y no me niegue que para responder algunas de esa preguntas usted se vio en figurillas. Por alguna extraña razón a medida que crecemos vamos perdiendo esa capacidad de preguntar el porque de las cosas, en buena parte creo que se debe a que la sociedad no gusta de los preguntones, en general los considera inoportunos y molestos, y en muchos casos malinterpreta los deseos de conocer el porqué de las cosas. Creo que la costumbre de preguntar en buena parte la perdemos porque muchas nuestros interlocutores no nos brindan respuesta que nos satisfagan, o lo hacen de mala gana. Todos hemos tenido muchos maestros o profesores a los que les molestaban las preguntas, que nos ensañaban a escuchar y no preguntar. Hemos perdido la capacidad de pedir explicaciones. En muchos casos por no aceptar que del tema en cuestión sabemos poco o nada, por no generar una discusión, por desinterés, por indiferencia, ingenuidad, o autoritarismo terminamos aceptamos cosas sin mayores o ninguna explicación. Lamentablemente y aunque sea prudente y moderado el preguntón no es bien visto socialmente. Cuidado, porque hay mucha gente que se aprovecha de ello. Cuando requerimos una explicación de alguien es porque le estamos dando la oportunidad de que nos enseñe, que nos demuestre sus conocimientos y haga uso de su inteligencia. En realidad si alguien domina realmente un tema no debería tener inconvenientes en explicar cosas sobre dicho tema. ¿A dónde quiero llegar? Espere uno renglones mas, por favor. Creo que el conocimiento verdadero viene por una mezcla de teoría, de experiencia, de intuición, de humildad, de ganas de hacer las cosas, y sobre todo de las ganas de aprender. Lo primero que debemos dejar de lado es la soberbia, la arrogancia, admitir que en realidad nos queda mucho por aprender, que el conocimiento se renueva y acrecienta constantemente, que hay personas que saben mucho mas que nosotros, y que no hay nadie que se las sepa todas. Vayamos al punto: ¿Nunca le sucedió que cuando quiso retirar su vehículo del taller y le vinieron con una abultada factura, usted pregunto porqué semejante valor, y le comenzaron a dar explicaciones vagas, confusas, en un idioma técnico incomprensible? ¿O que cuando estaba interesado por comprar un determinado vehículo, y le pidió al vendedor una explicación técnica detallada sobre un cierto componente dicho vendedor se vio súbitamente requerido por otro tema y lo dejó sin respuesta? ¿ O que el experto de turno lo miró con suficiencia y le dio algunos consejos sabios como Si calienta hay que sacarle el termostato, Para que el motor enfríe mejor hay que dejar un poco flojita la tapa del radiador, Al motor hay que asentarlo con aceite normal, sin ningún aditivo, Al gasoil hay que agregarle fluido de dirección hidráulica para que no se peguen los inyectores, Los motores con GNC calientan mas que con nafta, Al auto hay que bajarlo y ponerle llantas mas anchas para que doble mejor, Hay que sacarle el catalizador porque pierde potencia, Póngale este aparatito, va a ver que su auto consumirá 20% menos de combustible, tendrá mas potencia, y el motor le va a durar el doble, En la montaña póngale cebolla en el filtro de aire y verá que el motor no se apuna, ¿Para que va a cambiar el filtro de aire si con una sopleteada queda como nuevo?, Para que duren mas las pastillas de frenos tienen que poner pastillas bien duras, Para que la suspensión dure mas hay que usar amortiguadores bien duros, Con lluvia hay que sacarle presión a los neumáticos, etc., etc, etc. hasta el infinito. No me diga que si usted tiene un auto nunca le dieron alguno de estos sabios consejos porque no se lo creo. Bien, todos esos consejos aparte de ser disparatados, solo le traerán problemas antes que algún beneficio. Y es aquí donde le propongo un jueguito maléfico: Cada vez que le den algún consejo respecto de su automóvil pregunte porqué. Y no se quede con una explicación vaga del tipo A mi me lo contó un amigo que sabe mucho, ¡Me extraña que usted no sepa eso!, ¡Tantos años en esto enseñan mucho! o cosas por el estilo. PREGUNTE PORQUE, y no acepte que le hagan nada en su auto hasta que le den una explicación convincente. A lo largo de muchos años conviviendo con los fierros he tenido la ocasión de conocer infinidad de mecánicos, y siempre digo que ellos han sido mis grandes maestros. He tenido el honor de conocer Señores Mecánicos, muchos de ellos me honran con su amistad. Todos tiene un factores comunes: su deseo de aprender, de mejorar, y una enorme responsabilidad profesional. Y todos cuando se les formula alguna pregunta responden claramente y con seguridad, y si no saben se limitan a decir No se responderle, vamos a consultar a alguien que conozca de este tema. Si conoce alguno que reaccione así confíele su auto y duerma tranquilo. He conocido también otros, verdaderos maestros de la sanata, cancheros que miran con suficiencia sobradora, que creen sabérselas todas, que miran la parte supuestamente afectada del auto y preguntan ¿Quién le hizo este desastre? Porque esto está mal hecho, aquí hay que cambiar todo el .... etc, etc, etc y comienzan a proponer costosos cambios y modificaciones. O como una señora que había roto en tres oportunidades la caja de velocidades, a lo cual el mecánico que se le reparaba le manifestó Señora, Señora, usted rompe la caja porque maneja sin fe, ponga mas fe al hacer los cambios, concéntrese y va a ver que con mucha fe no se va a romper mas (Esta anécdota es verídica). Explicaciones cuasi religiosas como esta, esotéricas, del mas allá, o gansadas técnicas incomprensibles lamentablemente son muy frecuentes. Si usted escucha estas cosas u otras por el estilo huya lo mas rápido posible. Buena parte del engaño se puede evitar si practicamos con frecuencia aquello que hacíamos de chicos: ¿Porqué? ¿Y en buena parte también preguntándose: Como es posible que en ninguna parte del manual de mi auto me recomiende una cosa así o Será posible que le fabricante se haya equivocado tan groseramente al diseñar este auto o será que no me están haciendo bien la reparación? En una oportunidad charlando con el conductor de un Remise en Tucumán me comentaba que su mecánico le había recomendado que usara aceite Normal es decir aceite mineral puro, sin ningún tipo de aditivos, para asentar su motor, el que había sido reparado recientemente a nuevo. No me cabe ninguna duda que si el citado mecánico lo aconsejó de esa forma era porque obraba de buena fe y estaba totalmente convencido que había que hacerlo así. La realidad era que estaba cometiendo un grave error que le costaría al motor muchos kilómetros de vida. Le sugerí al conductor que le hiciera a su mecánico las siguientes preguntas: a) ¿Leyó alguna vez un manual de algún motor donde se aconsejara que había que asentar el motor con lubricante sin aditivos? b) ¿Los vehículos nuevos que salen de fábrica tienen aceite sin aditivos, o llevan el aceite que recomiendan en su manual? c) ¿Qué función cumplen los aditivos en los lubricantes? d) ¿Algún fabricante de lubricantes del mundo recomienda usar aceite mineral sin aditivos para asentar los motores o por el contrario desarrollan lubricantes con aditivos antifricción cada vez mas eficientes que recomiendan usar con el motor nuevo? e) Finalmente: ¿Qué pretende lograr eliminando los aditivos contenidos en el lubricante que tanto los fabricantes como las petroleras recomiendan muy especialmente usar en el asentamiento? f) ¿Usted, para formular tal recomendación, cree tener un conocimiento mas profundo que los fabricantes de motores y petroleros de todo el mundo, o puede ser que esté equivocado? No creo que mi amigo el conductor del Remise haya llegado a la tercera pregunta sin alguna escena de pugilato. Mi auto calienta, y me aconsejaron sacarle el termostato A ver: Si usted va a un traumatólogo diciendo que le duelen las articulaciones de la mano y el profesional le aconseja que le amputen la mano para que no le duela mas, ¿Usted aceptaría? Seguro que no, porque lo que se pretende del profesional es que le de una solución a su mano, y no que se la ampute. En el caso del termostato pasa algo parecido, si el motor calienta debe ser porque tiene algún problema, el que hay que resolver y no disimular. El termostato no se debe eliminar, porque si todos los fabricantes del mundo lo usan debe haber una razón muy importante para que así sea. Debemos resolver las causas de los problemas, y no enmascarar sus efectos. ¿Comprende ahora el tema de los ¿Porqué? Pregunte y asesórese, hay muchos mecánicos que saben, y saben de verdad. Me encantaría seguir charlando sobre este tema con usted, pero ahora me estoy preguntando ¿Y porqué se me acabó el espacio del artículo? Le mando un abrazo Alberto Garibaldi.

14.7 Mecatronica 09.05.2021

DIFERENCIA ENTRE CALOR Y TEMPERATURA Debemos tener precaución cuando mencionamos términos frecuentes, que a veces pensamos que significan lo mismo y no es para ...nada así, en este caso Calor y Temperatura, conceptos básicos de física, en los que solemos confundir definiciones, y que en ocasiones nos puede inducir a tomar decisiones equivocadas, o lo que es peor aún agravar algún problema que pretendemos resolver. En particular me gustaría hablarle de dos términos que manejamos con mucha frecuencia, y a los que solemos asignarles la misma función, aunque en el fondo intuimos que nuestra definición no está totalmente clara. Me refiero a CALOR y TEMPERATURA. En realidad, la temperatura es una manifestación del calor, pero de ninguna forma significa lo mismo. Aclaremos este concepto. Si usted tiene que calentar agua preparar un café bastará con poner un jarro con un pocillo de agua al fuego, y en par de minutos o menos podemos tener el agua hirviendo ( aprox .100C),. Si en cambio lo que queremos es prepararnos una fuente de ravioles deberemos calentar una generosa olla de agua hasta que esta hierva (aprox. 100C) con la diferencia que calentar al hervor el agua de una olla nos podrá llevar veinte o mas minutos. La conclusión obvia es que si queremos calentar cantidades crecientes de agua a 100C es evidente que cuanta más agua ponemos más tiempo se tarda. La temperatura final es siempre la misma, 100C, pero cuanta más agua pongo más tiempo me lleva. ¿Qué está pasando? Pasa que si bien la temperatura final es siempre la misma cuanta más agua quiero calentar mas tiempo tengo que tenerla expuesta al fuego, es decir tengo que aportarle mas calor. Dicho en otros términos cuanto mas masa de agua tengo mas calor debo aportarle para que alcance una determinada temperatura. El calor es una forma de energía, al agua para poder calentarla le aportamos energía, y como consecuencia de ese aporte de energía se eleva la temperatura. La temperatura es una consecuencia del calor, y no al revés. ¿OK? Alberto Garibaldi

14.7 Mecatronica 08.05.2021

Cambio junta de tapa

14.7 Mecatronica 22.04.2021

¿SIRVEN O NO SIRVEN? Imanes en las tuberías de combustible, inyección de agua, naftalina en la nafta, aceite de dirección hidráulica en el gasoil, cebolla en el... filtro de aire, un toquecito de nafta en el gasoil, aditivos para mejorar la combustión, aditivos para mejorar la compresión, aditivos para elevar el octanaje, compuestos remetalizadores, , aditivos para la caspa, aditivos contra los gases (de escape) (del motor), etc, etc, etc. Una impresionante cantidad de productos comercializados para mejorar la performance de su motor, o en el peor de los casos para curarle todas las enfermedades. ¿Qué hay de cierto en todo esto, son leyendas, realidades, estafas? Hablando de leyendas hace poco alguien me preguntó, seriamente, mi opinión sobre la eficacia de la cebolla en el filtro de aire para mejorar el comportamiento del motor en alta montaña (hay quienes aseguran que es mejor el ajo). Esto que suena a disparate es una creencia muy difundida entre los conductores de montaña. Mi respuesta fue que el motor no cambiaría su performance, pero con seguridad en el caso de la cebolla por el caño de escape saldrían lágrimas en lugar de humedad, y que con el ajo sería prudente llevar algo de albaca, ya que si bien al motor no le serviría para nada por lo menos se podría comer unos buenos fideos con pesto. Algo parecido me sucedió frente a un muy numeroso auditorio, donde un distinguido personaje (docente universitario) que estaba sentado en la primera fila me preguntó sobre las ventajas del uso de naftalina en el combustible. La pregunta me sorprendió y le respondí (para no ridiculizarlo) que con mucho gusto le contestaría al finalizar la disertación. Pero el hombre insistió de no muy buena forma en que le respondiera, por lo cual le repliqué: Hay algo que puede estar totalmente seguro si agrega naftalina en su tanque, y es que ni el tanque ni el combustible serán atacados por las polillas. El caballero, entre las risas de los presentes me respondió con un gesto grosero Porque, aunque parezca mentira existen una infinidad de mitos y magias populares, que cuando son puestas bajo la lupa crítica, y se trata de fundamentarlas se caen estrepitosamente. Existen sin lugar a dudas soluciones prácticas que tienen explicaciones razonables, tales como tapar una pérdida de nafta con un trozo de dulce de membrillo o con un chicle, tapar con pimentón pequeñas fugas en el circuito de enfriamiento, o reparar un fusible con un trozo de papel de aluminio. En todo caso ante la alternativa de comprar alguna de esas alternativas mágicas que prometen mejoras espectaculares en el consumo de combustible o en la potencia del motor, conviene reflexionar hasta que punto dichas mejoras son reales. O si fueron verificadas seriamente por métodos de ensayo reconocidos, usando suficiente cantidad de muestras como para asegurar estadísticamente la validez de los resultados. O si se trata de una entusiasta publicidad que exagera, sin mala intención, alguna mejora puntual obtenida en un motor específico. O si se trata de productos cuya venta ha sido prohibida en los países de primer mundo dado que son perjudiciales para los seres vivos. O si se trata simplemente de una estafa. A lo largo de tantos años de experimentar motores, que van desde competición pura hasta el robusto impulsor de una locomotora he tenido ocasión de conocer infinidad de productos y artefactos que supuestamente obrarían milagros. Mi experiencia fue que, con muy, muy pocas excepciones el cambio o la pieza agregada mejoraban algunas propiedades sin empeorar otras. Las promesas no servían para nada, o lo que mas grave empeoraban las condiciones originales. Obtener milagros en los motores no es posible, solo se pueden mejorar las cosas con muchas horas de trabajo, esfuerzo, talento y fuertes recursos económicos. Algo parecido a los productos mágicos sucede con una inmensa gama de accesorios y componentes para alterar las características funcionales originales del vehículo, que ofrecen transformar su modesto vehículo familiar en un imbatible prototipo de competición. Los vehículos modificados para correr deben funcionar en una pista dedicada a ello, donde todos van para el mismo lado, no hay bocacalles, ni taxis, ni señoras que llevan sus hijos al colegio. Creo que antes de introducir un cambio en la estructura del vehículo o del motor conviene preguntarse como es que al fabricante de ese vehículo no se le ocurrió introducirla. Por supuesto que existen cambios que hacen a la cosmética, al confort del vehículo, o inclusive a su comportamiento, que están avalados por las terminales, y que instalados por profesionales idóneos realmente mejoran al vehículo. Todos los productos que componen un vehículo, desde el motor, pasando por el sistema de sonido, el tapizado, la suspensión y hasta una simple escobilla de limpiaparabrisas se supone que han sido ensayados por el fabricante, el que de acuerdo a la franja de precio del vehículo asegura su correcto funcionamiento y hasta emite una garantía sobre ello. Emitir esa garantía implica la seguridad de que la falla será una muy escasa excepción, y que el correcto funcionamiento del componente en análisis está certificado, y lograr esto cuesta mucho esfuerzo y millones de dólares. Le hago una reflexión: ¿Usted, sin ningún título habilitante, podría dedicarse a fabricar en cualquier parte comprimidos para el dolor de cabeza, jarabe digestivo, viagra, o supositorios vitamínicos, y comercializarlos alegremente sin que nadie le certifique nada? Por supuesto que no, ya que esta de por medio la salud de la población. Sin embargo, existen infinidad de componentes y accesorios para los vehículos, fabricados sin control alguno, que pueden comprometer la integridad del vehículo, sus ocupantes, y su entorno, y que curiosamente se pueden vender e instalar alegremente sin que nadie controle su calidad y funcionalidad. ¿Le parece razonable? Volviendo a los dispositivos para mejorar la performance de los motores le cuento que un programa de investigación para reducir el consumo de combustible se justifica si se obtienen resultados con mejoras superiores al 3%, algo parecido sucede con la reducción de emisiones de escape en que muy bajos porcentajes de disminución en los contaminantes justifican plenamente inversiones millonarias. Siendo así ¿usted no cree que si existiese en el mercado algún dispositivo capaz de producir mejoras significativas sin introducir ningún tipo de inconvenientes no serían las terminales las primeras en adoptarlos? ¿No le parece que usted saldría corriendo a comprar un vehículo si el fabricante le asegura que gasta un 20% menos de combustible y tiene un 15% mas de potencia que sus competidores de la misma franja y precio? ¿O debemos creer que todos los ingenieros que trabajan en desarrollo en todas las terminales del mundo y que disponen de recursos para ensayo y desarrollo que ni siquiera imaginamos están involucrados en una gigantesca conspiración para evitar las soluciones simples? No excluyo la posibilidad de que alguien descubra algún dispositivo o efecto capaz de superar efectivamente todo lo conocido, la historia de la humanidad registra permanentes y revolucionarios avances tecnológicos, pero verdaderos avances, y no efectos y sistemas archiconocidos y experimentados hasta el cansancio que en definitiva nunca llegaron a algo trascendente. Recuerdo hace ya unos 40 años, un dispositivo para mejorar el consumo de combustible, que se puso muy de moda, que se aplicaba en la base de los carburadores, el que si mal no recuerdo se llamaba Turbo Dispersador Rocavoll (TDR). El dispositivo consistía en una hélice soportada por una extraña base, que se colocaba dentro del colector de admisión, a la salida del carburador, y que giraba gracias a la columna de aire que ingresaba por dicho carburador. Algo así como un molino de viento dentro del múltiple de admisión. El principio de funcionamiento se basaba en que al pasar la corriente de aire con nafta mal pulverizada proveniente del carburador se estrellaba contra la hélice y se formaba una fina neblina, que se distribuía mejor en los cilindros mejorando la combustión y performance del motor. La realidad era que ese aparato solo lograba reducir la cantidad de aire ingresante, penalizando la performance del motor, y lo que es peor después de un tiempo se gastaba el eje de la hélice... terminando en alguna válvula o cilindro con los resultados que puede imaginarse. La versión MK II del TDR traía una pequeña canastita de alambre tejido para contener la hélice cuando se caía... Se vendió por miles... Esto que le cuento es absolutamente real, y seguramente algunos de quienes lean este artículo recordarán el increíble aparatito. Recibo con alarmante frecuencia mails en los que me preguntan sobre la conveniencia de usar tal o cual dispositivo o agregar tal o cual cosa que promete maravillas inexplicables por medio de la ciencia, e inexorablemente les respondo: Asegúrese mediante argumentos válidos de la eficacia del producto, y trate de no perder ni su tiempo ni su dinero. Imagínese por un instante un vehículo con la siguiente configuración para su flamante vehículo diesel dotado de un maravilloso motor de última generación: Fluido de dirección hidráulica agregado en el gasoil para lubricar la bomba de alta presión y los inyectores, un par de litritos de nafta también en el gasoil para que tenga mas pique. Unas bolitas de naftalina para activar la combustión y reducir el humo, y una pastillita remetalizadora para compensar el desgaste de los componentes del motor. Por las dudas, y también para mejorar la combustión le agregamos un pulverizador de agua en la admisión combinado con un ingenioso generador de hidrógeno libre. Complementamos el efecto del combustible colocándole algunos imanes de niobio en las tuberías de combustible para orientar las moléculas de combustible y reducir aún mas el consumo... Esto que parece un delirio no es nada mas que imaginar juntos algunos de los aditivos y dispositivos REALES actualmente disponibles en el mercado sazonados con las recomendaciones de algunos reconocidos expertos. ¿Se animaría a darle arranque? ¿No estaremos frente a una nueva generación de motores que en lugar de consumir combustible lo generan y además no se gastan nunca? ¿Usted qué cree? He tenido infinitas discusiones al respecto, y mi respuesta ha sido siempre la misma: ¿Qué sustento experimental serio y bajo procedimientos ha usado para desarrollar su dispositivo y validar sus resultados? ¿Me podría facilitar esa documentación? ¿Puede sustentar con argumentos Físicos y Termodinámicos el funcionamiento de su dispositivo? ¿Qué tiempo de vida útil tiene el dispositivo? Etc, etc, etc. Le pregunto porque esos requerimientos, como mínimo, son los que cualquier Terminal exige frente a cambios y novedades.... la respuesta que normalmente obtengo es el silencio o alguno que otro recordatorio sobre mi madre. Para la polémica, ya lo sé, pero ¿Usted escucho hablar de las trampas caza bobos? Le mando un abrazo. Alberto Garibaldi

14.7 Mecatronica 09.04.2021

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