Mi embarazo de riesgo

Mi embarazo de riesgo parte 3 Los primeros días e incluso semanas del embarazo me sorprendí a mi misma con una sensación muy rara: ¡sigo siendo la misma! algo no anda bien. Todo el tiempo me estaba realizando a mi misma un chequeo emocional, físico, mental, tratando de encontrar aquellas cosas que el nuevo estado habría modificado de por sí. Y nada che, seguía siendo la misma misma, igualita. Introvertida para muchas cosas, emotiva para todo, de fácil frustración y con el mi...edo siempre esperando a la vuelta de la esquina. Yo pensaba que lograr algo que deseas mucho, que buscaste, para lo que hiciste todo tipo de trabajos mentales, psicológicos, físicos: te convierte de por sí en otra persona. Como un videojuego en el que pasas de nivel y tenés nuevas armas y habilidades, que aparecen por arte de magia (no vemos cómo se hace la espada o cuántas clases hay que tomar para saber usarla: cambiaste de nivel, listo! espada terminadita y habilidades de espadachín nivel Dios). Y resulta que la vida no es un videojuego (shockeante ¿no?) lo bueno y lo malo lo recibimos como quienes somos, lo tomamos con las capacidades que tenemos y si no estás muy atento volvés a hacer lo mismo y de nuevo lo mismo que ya hiciste montones de veces y no dió los resultados que esperabas. El embarazo y la maternidad eran el próximo capítulo de mi vida, entrar en otro estado de ser que con sólo enunciarse haría desaparecer los defectos de antes: falta de paciencia, negación, torpeza. Como si el evatest positivo diera de por sí los superpoderes necesarios para encarar esto: un cuerpo flexible y sano, la capacidad de no dormir y estar de buen humor y toda la información necesaria para hacer lo mejor para mi hija y para mi sin dudar o sentir un miedo agotador. Y mirá que conozco a un montón de madres (que claramente no fueron tampoco tocadas por esta varita deseada) incluso escribí un monólogo sobre actitudes maternas que encuentro llamativamente criticables pero ya establecimos que soy muy negadora no? Es como una información va por un lado y otra por otro. Así que así andaba: desilucionada, incrédula y profundamente sorprendida de que no sucediera la transformación, sí, uno podría pensar que con 40 años el pensamiento mágico de los 5 ya me había abandonado, bueno resulta que no, para ciertas cosas era más potente que nunca. Lo que sentía en el fondo era aterrador y contundente: si esta nueva etapa no viene con un cambio de por sí ¿cómo la enfrento? no voy a poder, yo, la que siempre fui no va a poder. Y tenía razón. See more

3 En las parejas, en las familias, hay ritos, hay pactos. Nosotros por ejemplo comemos juntos y comemos lo mismo, él cocina muy bien así que nada para lamentar. Pero resulta que tengo diabetes gestacional y ése día para festejar fuimos a una casa de pastas, yo comí poco y nada, miré los postres con la tristeza del que se despide de un amigo de toda la vida y volví a casa muy angustiada. A veces soy lenta para darme cuenta qué necesito: entre que hagamos la misma dieta (propue...sta de él) y que me lleves a una heladería ¿hay un punto medio?. El necesitaba permiso para comer lo que yo no podía y yo no quería ser policía. El necesitaba que comamos juntos las empanadas, yo no podía morder harina sin sentirme mala. Hasta que entendí, a mi me molesta menos verlo comer lo que tengo prohibido que escucharlo festejar el menú y sus detalles. Las imágenes del relato me acosan más que el sonido del otro comiendo: oídos que no imaginan embarazada que no se tienta. Comer y dejar no comer. See more

2 Just do it. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. No pierdas tiempo. Hacé, movete, ganá, descubrí, sumá. Teniendo que quedarme muy quieta por unos cuantos meses me empezaron a pesar todas estas consignas que nos rodean y educan. Me di cuenta del valor que le damos a hacer, buscar y esforzarse y lo abominable que por ende resulta su contracara: dejar ser, encontrar, descansar. Apenas el test me dió positivo yo ya me estaba anotando en todo lo que encontrara específ...Continue reading

Estamos embarazados. Parte 2. Estamos embarazados, dice él y se me ríen las estrías. ¿Sí? ¿ vos tenés acidez, sueño pero insomnio, dolor de cintura y constipación? No, pero se trata de justificar. Mirá, todo muy lindo con ser progres y aliades pero empecemos por respetar la realidad ¿ dale? Yo no mido dos metros, vos no tenés concha. Las ideas no modifican la realidad. Te acompaño Pedime Estuve investigando Yo cocino, esto te hace bien siguió diciendo él y yo termin...é hablando de parimos en y nuestro embarazo. Las acciones sí modifican la forma de asumir la realidad, dijo ella, que soy yo. Embarazada de riesgo a los 40 años en pandemia, hay muchas experiencias que se tradujeron en una serie de relatos: #EstamosEmbarazados es una de esa series. Tenemos ganas de que sea libro!! Cruzemos los dedos

Mi embarazo de riesgo. Parte 1 Embarazada, por fin, a los 40, no la estaba pasando bien y no lo quería aceptar. Los días, los años que me pasé esperando llegar a ésta situación, yo pensaba, que eran un crédito a mi favor: Ah, pero vos lo buscaste tanto que te merecés un embarazo soñado. Bueno, no funciona así, a menos que cuentes como sueño a las pesadillas. Con problemas ya conocidos y otros que sabíamos probables más alguno inesperado yo seguía creyendo honesta e intensa...mente que mi actitud me iba a salvar. Si lo crees lo creas JA! LLegar a algo muy deseado sabiendo que en cualquier momento se puede perder no fue muy disfrutable. Miedos, de todo tipo, culpas muchísimas, aburrimiento, soledad, desconcierto, más culpa (¿por qué no estoy contenta?) y todo en la coctelera de dolores, estreñimiento y anemia que esas primeras semanas me estaban regalando. ¿Y por qué yo seguía esperando pasarla bien y estar super re contra re re re feliz? Porque ser feliz hoy se impone como la última moda: un celular con muchos píxeles, un fondo soñado y a ser feliz y mostrarlo. Y para las embarazadas es un mandato aún más fuerte; la gente se preocupa si no te ve feliz y hay que ser feliz de cierta forma. Hoy hay una particular concepción de la felicidad, no puede ser a tu manera, tiene que ser estridente, efusiva y así no incomodar a los demás (sonrisa colgate para todos). Yo tenía en la cabeza imágenes de embarazadas felices: dibujos, fotos, gráficos y mujeres de carne y hueso que no sé cómo con semejante panza seguían teniendo menos kilos pero más onda que la que yo tuve en toda mi vida. Porque la embarazada actual además de gestar hace yoga, gimnasia, trabaja, corre, baila, viaja, coge, se cuida la piel, le canta a la panza y la pasa bien carajo. Si googleas embarazo o incluso por qué la embarazada tiene que ser feliz te aparecen 10 razones para serlo ¿qué más necesitás? Y yo, en el fondo de mi corazón estaba loca de amor y felicidad, a mi manera y en mi realidad: sin sonrisa pintada, con mucho cansancio, aburrida, asustada, con dolores raros (el útero que se acomoda y arrastra los miomas explicó la obstetra). Sobretodo estaba llena de fantasmas: si esos tirones del útero me duelen a mí ¿también le duelen a ella? minúscula en ése momento, más pequeña incluso que los miomas o que el hematoma que también decidió aparecer para complicarnos el panorama. ¿Y si hacen más que incomodarla? ¿y si la ponen en peligro?. La médica me había dado una imagen clara: los miomas son como pelotas de tenis hechas de carne, cuelgan del útero y lo molestan; pueden causarle contracciones e incluso aplastarlo destruyendo en esa acción la vida que se gestaba. ¿Y ahora? ¿Podés sonreir? A mi me costaba mucho. See more