Mis Techos

Nota: INTRUSISMO PROFESIONAL Siempre se dice que hay dos formas de hacer las cosas; Una, bien, y la otra, mal. Pero desde hace unos años a esta parte, hemos co...mprobado que, en lo que respecta a los techos de tejas y chapas, hay mil formas de hacer las cosas; Una, bien, y novecientos noventa y nueve, mal. Esta afirmación viene a resumir lo que hemos encontrado a la hora de reparar innumerables techos, algunos nuevos, pero mal ejecutados desde un principio, y muchos otros, aunque bien hechos hace mucho tiempo, muy mal mantenidos o reparados, y muchos de estos, en varias ocasiones. Algunos casos, dan risa, otros lástima, y muchos otros indignación, al ver cómo un arte u oficio ancestral, puede resultar tan vapuleado por la mediocridad reinante. Para no dañar la sana competencia entre la gente del oficio y los oportunistas que, por su cuenta y sin la mínima preparación profesional se dedican a construir o reparar techos, provenientes de diversas profesiones o desocupados, que en sus ratos libres hacen "changas", no vamos aquí a dar demasiados detalles de cómo desenvolverse a la hora de tomar el papel de Techistas. No obstante, haremos mención de algunos de los errores garrafales, tan involuntarios como inevitables por no contar con la experiencia suficiente. Y otros, que, más que errores, dejan entrever la mala fe, la desidia y el cuasi delito, a la hora de operar en una parte de la casa a la que por lo general, el propietario no puede acceder o no llega a ver lo que se hizo, hasta que ya es demasiado tarde. No vamos a enumerar los casi novecientos noventa y nueve casos que encontramos. Pero para dar una idea de la gravedad del asunto, seguramente con sesenta de estos alcanza. Cuando había bonanza económica y el sector de la construcción vivía mejores momentos, era muy raro ver este tipo de situaciones. Pero hoy en día, parece que solo el precio es el factor determinante a la hora de elegir un servicio. Sin detenerse a pensar en sus consecuencias. La falta de capacitación y experiencia, convierten a la colocación y reparación de techos en un campo abonado para el intrusismo profesional. Esto está dando lugar a una feroz competencia desleal, para todas aquellas personas que trabajan dentro de las normas, ya que aumenta aún más la actual situación de crisis y no contribuye en nada. Lograr erradicar el intrusismo que se está dando de una manera muy alarmante, no será fácil. El objetivo de esta nota, es que todos sigan las pautas marcadas por las sanas normas del arte y el oficio. Y si no es así, por lo menos que los propietarios no se conviertan en víctimas, y puedan diferenciar un buen trabajo de otro que no lo es.

¿Por qué nuestro sitio en internet, se llama "mis techos"? Porque allí están algunos de nuestros trabajos realizados desde 1.983, techos que por sus características, se destacan entre los muchos ejecutados en estos años. Y porque cada uno de ellos, están hechos como si fueran de mi propiedad, como si en todos ellos, fuera a albergar a "mi familia"... Por eso son "mis techos", más allá que figuren en los planos, a nombre de quienes pagaron por ellos, o firmados por quien los diseñó, están ejecutados en todos sus detalles, con la pasión y el esmero que sólo esa sensación de pertenencia, sobre una creación de propias manos, puede dar. No hay otra forma para hacer algo bien...

Superficie 285 m en 4 fachadas y 8 pendientes en 3 cuerpos, con 6 lucarnas y triple altura en el frente, con 2 cabriadas. Todo se realizó en Pino Paraná y machimbre de Pino Insigne. En los aleros, cenefas de Viraró Paraguayo y puntas en "pecho paloma". Todo construido con doble cámara de aire. Como hidrófugo se usó ruberoid N 15, y como aislante térmico, poliestireno expandido de 20mm. Los marcos reticulados frontales, son en Viraró Paraguayo. La teja es la envejecida artificialmente de Alberdi S. A.